La difícil decisión de Red Bull
La temporada de Red Bull no deja lugar a dudas: ha sido el único coche de la parrilla capaz de dar réplica a los Brawn. Cuando las demás escuderías estaban debatiendo todavía si colocaban o no los dobles difusores para alcanzar a Button y Barrichello, Adrian Newey había construido un coche que, sin el doble difusor, estaba compitiendo ya con los Brawn. Y después, cuando rediseñó tanto la suspensión trasera como la caja de cambios para poder incorporar el doble difusor, los Red Bull no sólo estuvieron a la misma altura, sino que incluso ganaron carreras. En la parte final del campeonato, ellos y el McLaren fueron los mejores.
Pero el próximo año las cosas van a cambiar. De nuevo, la F-1 afronta una temporada de cambios reglamentarios que obligarán a remodelar los coches de forma importante. La prohibición de repostajes llevará a los equipos a especular no sólo con la mejor forma de conservar los neumáticos, sino también con disminuir el gasto de consumo de los motores. En este sentido, Red Bull afronta una difícil decisión: el motor que equipará sus coches en 2010. Hasta ahora se han mantenido fieles a los propulsores Renault, que son los que menos consumen de la parrilla actual. Pero ya hace meses que se está especulando con un más que probable cambio. Christian Horner, el director del equipo, quiere firmar un acuerdo con Mercedes porque sabe que son los motores más fiables y rápidos. Pero también especula con Cosworth porque es el único propulsor que puede desarrollarse y cree que puede acabar siendo muy eficaz. Deben decidir si sacrifican algo de prestaciones por bajo consumo o viceversa. En ese sentido, si Frank Williams ha decidido dejar de equipar sus coches con los motores Toyota para incorporar los Cosworth es que algo bueno habrá detectado en ellos.
Y las mismas cuestiones están debatiendo los demás equipos. El aumento del peso de los coches en la salida por la carga total de sus depósitos (unos 170 kilos) provocará un nuevo reparto de pesos, que se potenciará aún más por la reducción de los neumáticos delanteros. El hecho de que las ruedas delanteras sean más pequeñas permitirá que el peso no deba acumularse en esta zona para conseguir calentar bien los neumáticos. Ahora, cuando se levanta, el coche tiende a caerse hacia delante. Pero lo lógico sería todo lo contrario. Y es muy probable que el año que viene se vuelva a la situación anterior, en que el peso servía para ofrecer más tracción a las ruedas traseras.
Esta situación y la desaparición del KERS darán más importancia al piloto. Una conducción agresiva puede deteriorar los neumáticos de forma importante y obligar a un repostaje más. Pero los equipos que van a ser punteros, desde mi punto de vista, tienen a los mejores pilotos: Ferrari cuenta con Alonso y Massa; McLaren, con Hamilton y posiblemente Raikkonen; Brawn, con Button y Rosberg, y Red Bull, con Vettel y Webber. Todos estos equipos contarán en la parrilla de 2010. De ahí saldrá el futuro campeón.
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