Viajeros como proyectiles

"Nunca tienen cinturón". Adela, todavía con el susto en el cuerpo por el accidente del día anterior, era tajante con la viajera que tenía al lado en el autobús de la línea 611 el pasado sábado. "Y luego pasa lo que pasa... mira ayer", resumía. Lo que pasó el día anterior, el pasado 23 de octubre, fue que una pasajera murió después de que el autobús en el que viajaba (el 611, dirección Hoyo de Manzanares) impactara contra un camión grúa. Otros 20 viajeros resultaron heridos. Las causas del accidente no están claras.

España apuró al límite el plazo máximo dado por Bruselas para obligar a los fabricantes a montar, en todas las plazas de los autocares, cinturones de seguridad y traspuso la directiva europea en octubre de 2007. Desde esa fecha todos los autocares (pero no los autobuses urbanos e interurbanos) deben estar equipados con esos dispositivos de seguridad. El autocar accidentado el pasado viernes en la A-6 era más antiguo y por eso no los tenía, lo que, según los expertos, pudo agravar las heridas de las personas que viajaban en el vehículo. "Nosotros cumplimos con la normativa, que no nos obliga a llevar cinturones", explican desde Larrea, la empresa del autobús accidentado, que tiene la concesión de 18 líneas interurbanas en la región.

Los autocares antiguos tienen la opción de montar cinturones en los asientos, pero no es aconsejable porque la estructura no está preparada para ello y se podrían agravar las consecuencias en ciertos siniestros como los vuelcos laterales. Francisco Aparicio, director del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (Insia), recuerda que la responsabilidad de abrocharse el cinturón en los autocares que los llevan instalados es del viajero, "que debe saber que si no se lo pone y le pasa algo, puede no quedar protegido por los seguros".

Si en vez de tratarse de un autocar (donde todos los pasajeros ocupan una plaza) el accidente del pasado viernes en el que murió una pasajera al impactar el vehículo contra un camión grúa hubiese sido un autobús interurbano repleto de pasajeros, las consecuencias, según los investigadores, habrían sido muy distintas. Un responsable de Tráfico señala cuando se le plantea esta hipótesis: "Sólo de pensarlo me dan escalofríos".

Tanto la empresa como el Consorcio regional aseguran que esta línea no está autorizada para tener autobuses de este tipo, pero este periódico vio uno de ellos en el intercambiador de Moncloa, a punto de salir. Ningún pasajero iba de pie en ese momento, ya que el bus estaba prácticamente vacío. 20 líneas interurbanas tienen una concesión que permite pasajeros de pie en los autobuses. Muchos más recorren cada día las carreteras de la región. La autorización de plazas de pie proviene de la propia ficha técnica del vehículo, explican en el Consorcio, y está regulada por una normativa europea desarrollada por el Ministerio de Industria.