La farsa electoral de Obiang
El dictador guineano convoca elecciones a la presidencia. Un candidato frustrado relata su experiencia a EL PAÍS
Gabriel Nsé Obiang Obono, de 48 años, teniente coronel defenestrado por Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, huyó una noche de abril de 2001 de su país, caminó durante dos días hasta entrar en Camerún y se refugió en España, donde consiguió el estatuto de refugiado político. Atrás quedaron su mujer, sus hijos y unos padres mayores y enfermos. "Me avisaron de que había un plan para asesinarme y no tuve otra opción que irme dejando a mi familia. Salvé mi vida, pero inicié un exilio que entonces no sabía que sería tan doloroso y largo", recuerda ahora.
Antes de su fuga, Nsé sufrió arrestos, cárcel y destierro en destinos sin mando. Pasó de ser director general de Cooperación Militar y jefe de la Casa del Presidente a dirigir un centro militar en la selva donde no había oficiales ni soldados. En su opinión, una burla y un castigo por sus contactos con la oposición, en especial con los dirigentes del partido Unión Popular. El supuesto plan para matarle y un telegrama en el que le anunciaban un consejo de guerra le empujaron a salir del país y abandonarlo todo. Su hermano Luis, un comerciante, ha sido condenado a 20 años de prisión por haber participado en la intentona golpista de 2004, algo que la familia niega. "Le han torturado por unos hechos que no conoce", afirma.
"Todo está corrompido. Lo que cuesta dos millones se convierte en veinte. Nada escapa al control de la familia"
"Han robado cifras escandalosas, tienen mansiones y cuentas de millones de dólares por el mundo"
Casado y padre de cinco hijos, Gabriel Nsé se instaló en Zaragoza, donde se había formado en los años ochenta en la Academia General Militar, montó un locutorio que fracasó y ahora trabaja como comercial de una empresa de mercancías. La pasada semana, embutido en un apretado traje de alpaca gris, extendió su brazo derecho, con ostensibles gemelos en los puños de su camisa, y presentó los documentos de su candidatura a la presidencia de la República de Guinea Ecuatorial en la Embajada del país africano en Madrid. Pero ningún funcionario quería recoger la documentación de este candidato a unos comicios que se celebrarán el 29 de noviembre en un país con un Parlamento de 100 miembros y un solo opositor, Plácido Micó, dirigente del partido socialdemócrata Convergencia para la Democracia Social (CPDS).
La voz de Micó es la única discordante en el nuevo emporio petrolero de África, un país rico, de 28.000 kilómetros cuadrados, con una población de 600.000 personas, donde las cifras del PIB por cabeza -pasó de 430 euros anuales a 17.000- ocultan que el 80% de la población se ahoga en la pobreza, mientras Obiang escala puestos en la lista de los hombres más ricos del planeta de la revista Forbes y la corrupción de los gobernantes es cada día más rampante, según las denuncias de Transparencia Internacional.
La presentación de la candidatura independiente de Gabriel Nsé fue un acto testimonial, silencioso e inútil a efectos electorales. Por fin alguien recogió sus documentos, pero el personal de la Embajada guineana en Madrid se negó a registrar la entrada de la documentación. "Hubo una tensión enorme. No quisieron poner el sello de la Embajada, aunque recogieron la documentación. Victoriana Mbasogo, la encargada de negocios, es sobrina del dictador. Cualquier persona tiene derecho a elegir o ser elegido. Si no aceptan mi candidatura impugnaremos las elecciones ante los tribunales internacionales", anuncia en tono solemne durante la entrevista en un despacho de abogados madrileño especializado en extranjería.
Hace tres meses Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores, visitó Malabo y alabó los esfuerzos democratizadores de Teodoro Obiang, pero el dictador no ha modificado un ápice su forma de gobernar durante 30 años, según denuncian la oposición y las asociaciones de derechos humanos. La convocatoria electoral se ha hecho por sorpresa, sin exhibir el censo electoral ni facilitar reclamaciones. Un Consejo de Ministros celebrado en Bata (la capital continental del país) sancionó el decreto de convocatoria que fija el inicio de la campaña para el 5 de noviembre. Un abuso de poder, según denuncian Micó y Daniel Darío Martínez, representante de Unión Popular, partido desgajado en dos, ya que en España lo representa Faustino Ondó, que también ha presentado su candidatura. Toda la oposición anticipa el fraude de unas elecciones, las primeras desde hace 14 años cuando se celebraron unas municipales en las que venció la oposición y que el Gobierno no reconoció.
Gabriel Nsé opina que el Gobierno de Obiang explota para su beneficio personal el 90% de los recursos del país. Para él, todas las estructuras de Guinea Ecuatorial están podridas. "Comprar un colorado (pescado) en mi país cuesta 60 euros, mientras que la familia Obiang controla la explotación de la madera, el petróleo y la pesca. Han robado cifras escandalosas, tienen mansiones y cuentas de millones de dólares en todo el mundo. Es un escándalo monumental. El plan de infraestructuras, el Tesoro Público, los presupuestos. Todo está corrompido. Lo que cuesta 2 millones se convierte en 20. Nada se escapa al control de la familia". Actualmente, un juzgado español investiga supuestas cuentas y viviendas que Teodoro Obiang podría tener en España.
En Malabo se observan sucesos extravagantes, según relata este candidato. "Hace meses, un nieto de Obiang e hijo de Teodorín, un adolescente, salió a la calle con enormes bolsas de dinero para repartirlas entre sus amigos. Ésa es la imagen del país que convoca elecciones a presidente", se lamenta.
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