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El Santander se blinda con provisiones ante la crisis

El banco gana 6.740 millones, un 2,8% menos

Íñigo de Barrón

El Santander sigue maniobrando en la tormenta. La entidad está convencida de que los morosos seguirán creciendo hasta mediados de 2010 y que durante todo el ejercicio deberá seguir poniendo más dinero para provisiones. Pero hasta el momento no le va mal. En los nueve primeros meses del año ha ganado 6.740 millones, un 2,8% menos, aunque cerrará el ejercicio con un resultado cercano a los 9.000 millones, tal y como prometió a los mercados. El primer banco de la zona euro, y uno de los mayores del mundo, ha aprovechado la inyección de beneficios que ha tenido con el negocio financiero (el margen de intereses ha subido un 24,3%) y las fuertes plusvalías obtenidas para llenar la despensa de las provisiones por si llegan tiempos peores de lo previsto. Hasta septiembre ha hecho un colchón de 7.200 millones de provisiones y cerrará 2009 con más de 10.000. Según los cálculos de la entidad, tiene reservas para más de dos años.

La entidad ha comprado suelo e inmuebles por valor de 4.000 millones
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Hasta octubre incluido, el Santander ha obtenido 1.424 millones de plusvalías con la salida a Bolsa de parte de su filial brasileña; 724 millones con el canje de una emisión de convertibles y 99 millones más con la compra de activos titulizados. Este dinero no irá a los beneficios sino a tres partidas: provisiones genéricas, otras para la adquisición de inmuebles y otros fondos para prejubilaciones y ajustes de oficinas.

Más capital

Estos refuerzos servirán indirectamente para reforzar el capital y la solvencia de la entidad hasta un ratio del 7,7%. Al final de año, el Santander dice que lo subirá hasta el 8,4%, con lo que será uno de los más altos de la gran banca mundial. Las nuevas normas internacionales obligarán a las entidades a tener más capital para evitar crisis financieras como las actuales.

Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, no cree que 2010 sea el año más difícil de la historia, pero dejó claro que la crisis no ha terminado. "Habrá dos ritmos diferentes. En países como España, el Reino Unido y Estados Unidos, la salida será más lenta. Sin embargo, en Latinoamérica -y sobre todo Brasil- el crecimiento será importante. Los tipos de interés también tendrán comportamientos diferentes en unas regiones y en otras", comentó el segundo ejecutivo del banco.

El Santander en España ha ganado un 10,3% más, pero el próximo ejercicio será peor. Calculan que el PIB subirá entre 0,1% y el 0,5%. En cuanto a los márgenes que se esperan, Sáenz comentó ante los analistas que la filial española será una de las que peor se comportará. Sin embargo, Sáenz mejoró las previsiones de morosidad. En enero dijo que cerraría el año con un 4,5% y ayer la situó en el 3,3%. Hasta ahora, el ratio de morosidad es del 3,86%. "No es que haya menos morosos, en realidad hay más. Lo que sucede es que estamos recuperando más de lo que nos dejan a deber. En los últimos años licenciamos a los encargados del recobro y ahora hemos vuelto a trabajar este campo", explicó Sáenz.

Uno de los temas más peliagudos para el Santander son los inmuebles. Ha comprado por valor de 4.000 millones a las inmobiliarias, de los que un tercio corresponden a adquisición de suelo, el bien con peor futuro. Además, cuenta con 2.300 millones más en adquisiciones por ejecución de garantías, principalmente pisos de clientes que no han pagado sus hipotecas. La entidad ha elevado desde el 10% al 25% las provisiones para cubrir los inmuebles en cartera, como ha recomendado el Banco de España.

Sáenz hizo una encendida defensa de que esto no era ningún sistema para ocultar morosidad, como acusó la agencia de calificación Moody's. "España es uno de los países con severa, seria y rigurosa supervisión. Tenemos más de 60 inspectores con acceso a toda la información", comentó.

El Santander ha sufrido una caída importante de los resultados de banca privada en América Latina. La entidad reconoció que el escándalo de la quiebra de Bernard Madoff ha obligado a dedicar mucho personal a explicar las compensaciones del banco y les ha perjudicado, aunque también citó la negativa evolución de los tipos de interés.

Brasil se ha comportando como uno de los motores del grupo. Han reducido costes por la integración del Banco Real y Banespa, mientras han subido los ingresos por los mayores márgenes de los créditos. "Brasil tiene buenos años por delante y subirá el peso relativo dentro del grupo", avanzó este ejecutivo.

Reino Unido es otra de las divisiones de mayor éxito. Ha ganado 1.314 millones, un 39,3%, con la integración de Bradford & Bingley y Alliance& Leiscester en Abbey. El próximo año se integrarán bajo la marca Santander.

Con estos resultados, Sáenz, que no quiso responder a una pregunta sobre la posible jubilación del presidente Emilio Botín, se comprometió a mantener la misma cantidad que en 2008 para dividendos. Sin embargo, como el banco ha ampliado capital y hay más acciones, el dividendo por título será menor. Las estimaciones de los analistas son que se repartirán 0,59 euros por acción frente a los 0,65 euros de 2008.

Los manuales y la historia de Botín dicen que la crisis siempre es tiempo de compras baratas. Sin embargo, ayer Sáenz lo negó por activa y por pasiva. Recordó que tienen mucho trabajo enderezando el Sovereign de Estados Unidos (este ejercicio tendrá sus primeros y escasos beneficios), con la integración en Brasil y Reino Unido... ¿Y si llega una oferta de un banco quebrado en Estados Unidos?, le preguntaron. "Ya veremos, pero no está en nuestro radar", sentenció. El Santander considera que ser una entidad fuerte será una ventaja y le servirá para ganar cuota de mercado, en España y fuera. La banca mayorista ha ganado 2.185 millones hasta septiembre, un 81% más.

Por otro lado, los cinco grandes -Santander, BBVA, Caja Madrid, La Caixa y Popular- obtuvieron 13.602 millones hasta septiembre, un 9,9% menos, según Efe. Pese a tener mayores ingresos por el negocio financiero, el aumento de las provisiones frenó los beneficios.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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