La dirección del PSC expulsará al alcalde de Santa Coloma
El teléfono móvil del presidente de la Generalitat comenzó a echar humo en forma de mensajes de texto poco después de las diez de la mañana. José Montilla se enteró en plena reunión de gobierno de la detención de uno de los principales alcaldes del PSC, Bartomeu Muñoz, y optó por una respuesta fulminante. Mucho tendrían que cambiar las cosas hoy para que Muñoz no sea apartado definitivamente de la alcaldía y suspendido de militancia del PSC.
La dirección socialista mantiene que las sospechas que recaen sobre Muñoz son "incompatibles" con su permanencia en el partido. Con toda probabilidad le sustituirá en la alcaldía Antoni Fogué, presidente de la Diputación de Barcelona.
Bastante diferente fue la respuesta de Convergència Democràtica. Los nacionalistas apelaron a la "presunción de inocencia" de sus históricos dirigentes Macià Alavedra y Lluís Prenafeta para no suspenderles de militancia. Felip Puig, secretario general de CDC, subrayó que los dos arrestados son ahora sólo militantes de base que no ostentan cargo público. Alavedra lleva 12 años fuera del Gobierno ?"y nueve fuera del comité ejecutivo de CDC", remarcó Puig? y Prenafeta hace 19 años que abandonó la Generalitat.
Puig mostró su "sorpresa" ante la rapidez con la que el PSC ha olvidado la presunción de inocencia de los cargos socialistas detenidos. "Es contradictorio defenderla y anunciar que se les aparta de los cargos", dijo. La fundació Catalunya Oberta, próxima a Convergència y de la que Prenafeta es vicepresidente, tampoco ha decidido si le va a expulsar.
En el Congreso, el PSOE y Esquerra Republicana alcanzaron ayer un acuerdo para endurecer las penas para delitos de corrupción.
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