El BBVA sólo se plantea compras en Estados Unidos

Había expectación por la presentación de los resultados del tercer trimestre del BBVA. No tanto por los datos en sí, sino porque eran los primeros tras el relevo de José Ignacio Goirigolzarri por su sucesor, Ángel Cano, como nuevo consejero delegado. Hace un mes, cuando se comunicó el cambio, se dijo que el BBVA iba hacia "un modelo de crecimiento, aún más innovador, más eficiente". Sin embargo, ayer hubo pocas novedades y tímidos anuncios de posibles compras. Cano pasó el trance con nervios y algún despeje de balones fuera ante algunas preguntas incómodas.

El número dos del BBVA explicó que la entidad ganó 4.179 millones hasta septiembre, un 7,2% menos. Sin resultados extraordinarios, el beneficio hubiera caído un 3,3%. La entidad se encuentra en plena integración de Guaranty, el banco estadounidense quebrado que se adjudicó en agosto del Fondo de Garantía y que podría no ser el último.

El mercado interior es el único del que no se espera crecimiento en 2010

El nuevo consejero delegado no quiso juzgar la pensión de su antecesor

"En la zona de Texas, que es un territorio similar a Francia, tenemos un 6% de cuota, que es una buena masa crítica para trabajar. En febrero terminaremos la integración del Guaranty Bank, que por su volumen no puede dar disgustos al grupo. Estamos con las orejas abiertas, atentos a cualquier oportunidad que pueda surgir", comentó Cano.

Sin cambios estratégicos

Sin embargo, luego añadió que por el momento, el banco no acometerá ningún cambio de estrategia de crecimiento, ya que su ambición es acelerar los procesos internos. Descartó cualquier entrada en el Reino Unido o en Brasil.

Preguntado por los cometidos que trae como consejero delegado, enumeró tres: dar más autonomía a las áreas, dentro del control del holding; acelerar la toma de decisiones y modificar los modelos de negocio con la introducción de más tecnología. No mencionó ninguna medida estratégica.

Al igual que otras entidades, el BBVA se ha reforzando para tiempos peores. Ha destinado a provisiones (una especie de depósito para atender la morosidad) los 830 millones de plusvalías obtenidas con la venta y posterior arrendamiento de oficinas en España. Con este colchón, que suma ya 4.665 millones junto con las voluntarias, la entidad tendrá reservas hasta 2011. Además, la entidad presidida por Francisco González ha frenado el crédito, con lo que indirectamente ha mejorado el nivel de solvencia y capital, el corazón del negocio. Su tasa mejoró hasta el 8%, frente al 6,7% de septiembre de 2008.

El BBVA tiene 12.500 millones de créditos dudosos, de los que una parte está considerada "pérdida esperada", aunque la entidad no quiso precisarla. Estos deudores están cubiertos en un 68% por las provisiones. Hace un año esta cobertura era de un 127%.

La tasa de morosidad es del 3,4%, por debajo de la media del sector, aunque el doble de la de hace un año. Cano destacó que las entradas de morosos se han estabilizado, a la vez que han subido las recuperaciones. No obstante, reconoció que hasta junio de 2010 no dejará de incrementarse esta partida.

Como están haciendo casi todas las entidades a causa de la crisis del sector inmobiliario, el BBVA compró inmuebles por valor de 772 millones hasta septiembre, con lo que su cartera alcanzó 1.094 millones. El 80% del total es suelo, el activo que más se ha depreciado. Al BBVA no le afectará la subida de la provisión de inmuebles que prepara el Banco de España, situada en el 20%, porque ya los cubren en estos niveles.

De las cinco áreas del BBVA, tres tienen caídas (España, México y Estados Unidos) y dos crecen: banca mayorista y América del sur. La banca de inversión se ha convertido en un pulmón para el grupo, que ha ocupado el sitio que han dejado otras grandes entidades internacionales tumbadas por la crisis.

El consejero delegado espera que el próximo año mejoren México y Estados Unidos, pero no dijo lo mismo de la división española. De hecho, admitió que España tardará más en salir de la crisis que el resto de Europa, lo que afectará al negocio del BBVA. Hasta septiembre ha ganado 1.877 millones, un 2,1% menos, con una caída del 1,2% en créditos y un 1% en los depósitos.

Pese a ser su primera comparecencia ante los medios tras los ocho años que Goirigolzarri ocupó ese puesto, Cano no tuvo palabras de reconocimiento para su antecesor hasta que fue preguntado por los periodistas. Entonces dijo que Goirigolzarri fue un magnífico consejero delegado y que siempre trabajaron con una química excelente. También afirmó que no habrá más cambios en el organigrama del grupo tras la salida del responsable de riesgos.

Cano soportó un buen número de preguntas sobre su pensión, sus aspiraciones personales y los planes de futuro de Francisco González. No juzgó los tres millones de pensión vitalicia que tiene su antecesor, ya que, dijo, son el resultado de un contrato firmado y hecho público en la memoria de la entidad.

Respecto a su nueva pensión, dijo que no había tenido tiempo de pensar en estos temas por la carga de trabajo, pero que no había cambiado. "Cuando se modifique, se informará". Preguntado por si ambicionaba ser presidente o vicepresidente -lo que no logró su antecesor-, Cano dijo que lo único que quería era hacer bien su trabajo, sin más ambiciones.

Respecto a si sabía cuándo se iba a jubilar González, respondió: "No se lo he preguntado, pero ya me enteraré".