Tecnologías contra la crisis
Su contribución es clave para una sólida recuperación
Habitualmente se atribuye a la inversión en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) una capacidad de multiplicar el impacto sobre el crecimiento. Por eso, en las circunstancias actuales en las que tan importante como contrarrestar los efectos de la crisis económica es preparar adecuadamente la salida, es recurrente la referencia a las TIC como una de las bases en las que se debe sustentar el nuevo modelo de desarrollo. El último número de la revista Economistas aborda de manera monográfica, y a partir de los análisis realizados por una veintena de reconocidos expertos, las perspectivas del hipersector TIC, que incluye desde los servicios de telecomunicaciones a la electrónica de consumo.
TIC. LA OPORTUNIDAD DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES
Varios autores
Francisco Blanco (coordinador)
Revista Economistas, nº 121. Edita: Colegio de Economistas de Madrid
ISBN 0212-4386
Subyace en una gran parte de los trabajos recogidos la constatación de que en los últimos diez años el aumento de la penetración de las TIC en España ha sido notable, y de esta forma, por ejemplo, ciertas afirmaciones como el reducido número de empresas conectadas a Internet o la escasa complicidad que mostraba el sector educativo parecen haber quedado superadas. Destaca en su artículo Javier Nadal, de Fundación Telefónica, que en la actualidad existe un alto grado de familiarización de los distintos agentes del sistema educativo con las tecnologías de la información, si bien señala la necesidad de dar un salto para superar un uso convencional y poco sofisticado.
Del esfuerzo hecho da cuenta el artículo de Francisco Ros, secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, a través de los planes Avanza. La Administración Electrónica ha sido otro ámbito en donde el impulso ha sido notable. La relación de ciudadanos, personas y empresas con la Administración (general, autonómica y local) se ha facilitado y, en muchos casos, ha supuesto importantes ahorros, sobre todo en tiempo y burocracia.
Es cierto que el impulso ha sido importante. No obstante, es una carrera en la que se encuentran inmersos la mayoría de los países y España partía hace 10 años de una posición relativa retrasada en cuanto a su difusión, por lo que no se trata de que los distintos agentes introduzcan la apuesta por el desarrollo de las TIC como una más de sus prioridades, sino de que se les atribuya un papel preponderante para conseguir extraer de ellas, a través de su implantación y generación de productos, servicios y mejora de procesos, los efectos positivos, multiplicativos decíamos al principio, que ofrecen. Varios artículos de este número abordan este tema, como el realizado por el profesor Rafael Myro, clarificador acerca de cómo las TIC contribuyen al crecimiento de la renta de los países, particularizándolo para el caso español. Al ponerlo en contexto de lo que en el mismo periodo han realizado otros países del entorno, es quizá donde la fotografía de España presenta algún desenfoque, pues la distancia con el grupo de países más intensivos en el uso de las TIC no sólo parece no reducirse sino que tiende a crecer, aunque al descender un poco más al detalle en los datos se atisba algún signo esperanzador, ya que gran parte de la diferencia vendría explicada por una menor penetración en los hogares mientras que los equipamientos empresariales no difieren de los de otros países de la UE.
Cuestión aparte es el uso que de estas herramientas se haga, aspecto que se destaca como verdadero motor de la industria TIC. La existencia de una demanda suficiente y cualificada determina, en gran medida, el desarrollo y la rentabilidad de cualquier industria y en ésta los hechos lo demuestran. La irrupción de la web 2.0 ha significado el último empuje al extraordinario desarrollo de Internet, en el que los sitios con contenidos generados por los usuarios (YouTube, Flickr, Twitter y otros) son los más dinámicos.
La última parte del monográfico revisa la estrategia que diferentes agentes del sector TIC están adoptando en este nuevo y cada vez más complejo entorno, que para unos significa un territorio más hostil, como para los medios de comunicación escritos, que les obligará (les está obligando ya) a una redefinición acelerada.
Javier López Somoza es socio de Analistas Financieros Internacionales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.