_
_
_
_
Reportaje:CARTA DEL CORRESPONSAL / Antananarivo | Economía global

Hambre en el paraíso

Madagascar, en el imaginario colectivo, es una isla paradisiaca, súmmum de diversidad biológica -amenazada-, tierra de lémures, camaleones, árboles-pulpo, boas constrictor, baobabs y sapos gigantes. No parecen integrar tal imaginario sus 20 millones de habitantes, cifra que oculta otras obscenas: 13 millones, el 70%, viven por debajo del umbral de pobreza; el 37% de los malgaches están desnutridos, el 48% de los menores de cinco años sufren de malnutrición crónica y, de acuerdo con el Instituto para la Investigación de Políticas Alimentarias (IFPRI), la isla está entre los 10 países del mundo con más hambre, en una situación "alarmante". Más alarmante aún desde marzo, cuando el presidente Marc Ravalomanana, tras masivas protestas, fue sustituido manu militari por el alcalde de Antananarivo, Andry Rajoelina. La crisis política ha tenido su réplica económica: sanciones internacionales con grave repercusión en servicios públicos (sanidad, educación...), falta de inversiones, parálisis en turismo y desempleo rampante.

Dos de cada tres habitantes de Madagascar viven en la pobreza
El presidente fue destituido 'manu militari' tras una rebelión popular
El país se enfrenta al mismo tiempo a tres crisis: pobreza, sequía y ciclones

Un 40% del presupuesto gubernamental depende de la ayuda exterior, congelada por sanciones desde marzo por lo que para la comunidad internacional constituye un golpe de Estado en toda regla, pero una "crisis política" para muchos malgaches, que recuerdan que desde 1972 los cambios de Gobierno han seguido la misma secuencia: protestas en Tana -diminutivo de la capital-, intervención militar, establecimiento de nuevo presidente y posterior reconocimiento internacional.

"Estamos acostumbrados", dice un alto cargo de la Administración de Ravalomanana desde el anonimato. "Cada diez años hay crisis y transición. Esta vez sólo ha durado siete años". Pero mientras los políticos juegan a no acordar un Gobierno de transición y convocar elecciones, la miseria aumenta.

De acuerdo con el Banco Mundial, la economía de la isla ha estado creciendo de entre el 5% y el 7% desde 2002. Para este año el pronóstico es de -0.5%. "Pese al crecimiento, nadie vio beneficios. La crisis es también social, hay mucha pobreza. Necesitamos reactivar la economía y que tenga impacto real en la población", dice Jean Eric Rakotoariso, vicerrector de la Universidad de Tana, crítico con las políticas de privatización y de grandes grupos mineros, "que ganan mucho, y el país poco". Rakotoariso recuerda otro factor para la insatisfacción popular con Ravalomanana: el anuncio de que una empresa surcoreana pretendía arrendar durante un siglo la mitad de la superficie agrícola de la isla. "La tierra es sagrada para los malgaches", afirma.

Peor se pueden poner las cosas si se cancela la pertenencia del sector textil de Madagascar a AGOA (programa de Estados Unidos para comerciar con países africanos). A finales de año, 100.000 trabajadores podrían quedarse en la calle. Más pobreza urbana. Pero también, tremenda, rural, con ciclones en el Norte cada vez más asiduos y sequías en el Sur, cada vez más largas. Las agencias de las Naciones Unidas, necesitadas de fondos, lidian con tres crecientes crisis: pobreza urbana, sequía atroz y violentos ciclones.

Las tres con una consecuencia: hambre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_