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EE UU limita los sueldos abusivos en entidades salvadas con dinero público

Citigroup, Bank of America, AIG, GM y Chrysler estrenan techos salariales

En medio de una rabia popular creciente, el Tesoro y la Reserva Federal de EE UU dejaron caer juntas el hacha sobre las remuneraciones en Wall Street. Washington interviene, por un lado, recortando el sueldo y las primas a los principales ejecutivos de las firmas más beneficiadas de la asistencia pública. En paralelo, el banco central dictó directrices para conseguir que las pagas en los bancos no incentiven la asunción de más riesgos de los debidos.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, puso ayer el dedo en la llaga, al pedir que se avance con urgencia en la reforma del régimen supervisor financiero. La política de remuneraciones es, dijo, uno de los factores que alimentaron la peor crisis en ocho décadas. Por eso explicó que el objetivo de su acción es evitar que las firmas adopten decisiones que amenacen o dañen la salud de los bancos y del conjunto del sistema.

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"Las remuneraciones deben estar apropiadamente vinculadas a pagar el rendimiento y proveer incentivos prudentes", dijo en Boston. Fue un día después de que presentara su iniciativa para forzar a las organizaciones bancarias a revisar sus pagas y a que adopten políticas de gobierno más robustas. Si no siguen sus reglas, podrá vetar sus planes de retribución.

La Fed, que tiene bajo la lupa a 28 entidades, hace de policía de Wall Street. Kenneth Feinberg, designado por la Administración de Barack Obama para revisar los planes de remuneración en las firmas receptoras de fondos públicos, puso ya techo a las pagas en cinco firmas: Citigroup, Bank of America y AIG, y General Motors y Chrysler junto a sus dos filiales financieras.

Son las compañías que más se están beneficiando de las ayudas del fondo de estabilidad financiera. Sus 25 principales ejecutivos verán recortados los sueldos en un 90%, hasta no más de medio millón de dólares (333.000 euros) al año, mientras que las primas y otro tipo de remuneraciones quedarán a la mitad respecto a 2008. Los recortes tendrán efecto a partir del mes que viene. Eso no impedirá que 25 de los 136 ejecutivos sometidos a los recortes se lleven este año al bolsillo más de cinco millones de dólares (3,3 millones de euros).

A Feinberg no le gusta que le llamen zar, porque dice que no tiene poderes imperiales para imponerse. "Se ha hecho de una forma dialogada", precisó. Y dejó claro que de lo que se trata es de recuperar cuanto antes el dinero vertido en estas compañías.

Esta intervención sin precedentes es la respuesta de la Casa Blanca a la indignación popular. El ciudadano corriente está viendo cómo la banca se frota las manos un año después de haber sido rescatada con inyecciones masivas de dinero público, mientras el paro, los recortes de sueldo y los desahucios se ceban con la prosperidad de millones de familias.

Una acción similar habría sido impensable hace dos años, cuando los bonos en Wall Street marcaron un récord. El presidente Barack Obama dejó claro el jueves, tras anunciarse estas dos medidas, que no está en contra de que la gente pueda hacerse rica. Pero consideró que lo visto en estas retribuciones va contra los valores sobre los que se sustenta EE UU. Y mientras sea el principal accionista en estas firmas rescatadas, hará escuchar su voz.

Pero hay un problema en esta intervención, que podría dañar a Citigroup y Bank of America. La acción del Tesoro puede servir a otras firmas no sujetas a estos límites para reclutar talento al poder pagar el doble. Es el caso de Goldman Sachs, Morgan Stanley y JP Morgan Chase, que ya devolvieron las ayudas públicas que recibieron en pleno cataclismo financiero. Estos tres bancos pusieron durante el tercer trimestre unos 36.400 millones de dólares (24.252 millones de euros) en reserva para remunerar a sus empleados.

Ben Bernanke, durante el discurso pronunciado ayer en Chatham (Massachusetts, EE UU).
Ben Bernanke, durante el discurso pronunciado ayer en Chatham (Massachusetts, EE UU).REUTERS

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