El Gobierno pacta con el PP una deuda de 2.000 millones de euros para 2010
Ambas partes sellan hoy el acuerdo para los presupuestos del año próximo
Los primeros presupuestos del Gobierno del cambio de Patxi López están garantizados. Lo certificarán hoy, en una comparecencia conjunta en el Parlamento, el consejero de Economía y Hacienda y representantes de los dos partidos que los sustentarán, el PSE y el PP. El Gobierno cuenta con que tampoco el PNV se oponga a ellos, a cambio de una postura recíproca de los socialistas ante las cuentas de las diputaciones. Con ello, los presupuestos de 2010 tendrán el margen de confianza parlamentaria más amplio que han gozado las cuentas públicas desde 1998.
Finalmente, la deuda para 2010 sobrepasará los 1.700 millones estimados en agosto por el Gobierno y se aproximará a los 2.000, según fuentes de la negociación, que se ultimaba ayer; es decir, el máximo del 2,5% que fija el pacto de estabilidad presupuestaria, más el 0,25% para proyectos estratégicos.
La negociación de las cuentas se abrirá a los demás grupos la semana próxima
Esta es la cesión más importante que han hecho los populares, opuestos al endeudamiento, y que ya aprobaron hace dos semanas otros 700 millones para cuadrar el ejercicio en curso. Su secretario general, Iñaki Oyarzabal, puso ayer en valor que la participación de su partido ha servido para que la deuda sea estrictamente "la necesaria" y afirmó que el Gobierno ha reducido en un 20% su pretensión.
La negociación vivió ayer dos reuniones determinantes en cuanto a fijación de partidas en las cuentas de cada departamento. Industria e Infraestructuras motivaron dos largas reuniones, a las que asistieron los consejeros correspondientes, Rafael Unda e Iñaki Arriola, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, y el responsable de economía del PP, Antón Damborenea. El Gobierno aprobará el proyecto de ley en su consejo del martes y lo entregará en el Parlamento antes del viernes.
El PP comprometió su apoyo una vez despejó las dudas de si el respaldo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado llevaba alguna contrapartida en Euskadi. Probado que en nada ata ese apoyo del PNV a Zapatero al Gobierno de Patxi López, la negociación, iniciada hace tres semanas y algo enrarecida por esa desconfianza, tomó ritmo.
En las negociaciones de años anteriores con el tripartito, el PSE-EE batalló por importantes partidas para los ayuntamientos, algo que el PP ha obviado en sus reclamaciones, dado que apenas tiene responsabilidades de gobierno en municipios.
Oyarzabal puso el énfasis en recalcar que la negociación ha sido bilateral, y que sólo cuando el proyecto entre en el Parlamento se abrirá a los otros grupos. Ambas partes se han atado las manos mutuamente para que ninguno pueda acordar nada con terceros, salvo con el beneplácito del otro. Así, el PP no podrá apoyarse en el PNV para aprobar enmiendas parciales sobre cuestiones que no ha logrado introducir en el pacto, ni tampoco, a la inversa, el Gobierno. La continuación de los planes Renove, con uno específico para la máquina herramienta, y partidas en I+D+i, sanidad e infraestructuras fueron algunas de las concretadas ayer, incluidos sus compromisos plurianuales.
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