Los inversores pierden el rumbo
Los vaivenes que vienen registrando casi a diario los mercados de valores adquirieron ayer un ritmo trepidante al empeñarse los inversores en dar respuestas puntuales a cada noticia que se iba produciendo.
La Bolsa española abrió con una pequeña subida en el Ibex 35 que muy pronto se agotó ante la falta de compradores. El desgaste fue subiendo de tono ante el nerviosismo de muchos inversores que, viendo cómo venían las cosas, decidieron deshacer posiciones a toda prisa.
La ausencia de datos económicos de interés concentró toda la atención en la publicación de resultados empresariales, de los que se había anunciado un buen número. Los primeros no fueron buenos y el Ibex 35 llegó a caer hasta los 11.644,90 puntos, con un descenso del 1,23% que, a muchos, les hizo temer un recorte más profundo para el final de la sesión. Los resultados de Wells Fargo y de Yahoo! vinieron a poner freno a esas caídas y el mercado se dio la vuelta en cuestión de minutos, llevando al Ibex 35 a recuperar el 2,29% desde el mínimo del día, lo que suponía superar otra vez el listón de los 11.900 puntos.
Los resultados de aquellas dos compañías estadounidenses fueron buenos, pero no tanto como para que los inversores españoles le perdieran el respeto a la zona de los 11.900 puntos, con lo que redujeron la presión y al cierre el Ibex 35 subió el 0,72% hasta los 11.875,20 puntos.
Los valores medianos y pequeños del mercado quedaron fuera de la recuperación y el índice de los primeros cedió el 0,50%, al tiempo que los segundos perdían el 0,91%.
Para algunos observadores, el hecho de que la reacción se centrara sobre todo en los dos grandes valores bancarios y que sólo el mercado español tuviera esa respuesta indica que los movimientos están relacionados con las ventas a corto, otra vez bastante abundantes en el sector bancario.
El volumen negociado en el Mercado Continuo apenas mejoró el del día anterior, a pesar de que los inversores contaron con varias alternativas y ocasiones para mover el dinero. El total contratado subió hasta 3.788,09 millones de euros, de los que 2.559,68 millones procedían de las operaciones del mercado abierto. Entre el Banco Santander y BBVA negociaron el 40% de esta última cifra, porcentaje que llegaba al 58% si se incluye a Telefónica.
