Un presunto genocida de Ruanda ejercía como médico en Francia
La presencia con permiso de residencia legal en territorio francés de un doctor ruandés, empleado en un hospital en el noreste del país y buscado por Interpol como presunto genocida, generó ayer polémica en Francia acerca de la eficiencia de los sistemas de escrutinio de los inmigrantes.
Eugene Rwamucyo fue suspendido de su empleo en el hospital de Maubeuge después de que una enfermera, dolida por un indelicado comentario del médico acerca de su sobrepeso, empezara a buscar información en la Red sobre él. Quería encontrar una manera de responder a las bromas, pero encontró la nota de Interpol.
Fuentes judiciales francesas han precisado que Interpol no ha lanzado una orden de arresto contra Rwamucyo, sino que éste es objeto de demandas de información para clarificar eventualmente si tuvo algún papel en el genocidio.
El propio interesado insistió en que son las oficinas de Interpol de Ruanda y la fiscalía de Ruanda las que hacen estas fichas, y no ninguna instancia internacional. "No participé ni de lejos ni de cerca en el genocidio", alegó el médico.
El alcalde socialista de Maubeuge, Remi Paunos, se declaró estupefacto por el hecho de que una persona buscada por Interpol pueda conseguir un permiso de residencia, y exigió una rápida clarificación del estatus de Rwamucyo, cuyo nombre figura en la lista de sospechosos de organizaciones de las víctimas del genocidio, en el que se calcula que murieron unos 800.000 tutsis y hutus moderados entre abril y junio de 1994.
"Era un ideólogo, uno de los planificadores del genocidio", le acusó Alain Gauthier, director de una de esas asociaciones.
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