Azkuna: "El ataque al autobús sembró el pánico en Rekalde"

La quema de un autobús urbano por varios radicales registrada en el barrio bilbaíno de Rekalde la noche del viernes desató el "miedo y el pánico" entre los vecinos de la zona, deploró ayer el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna. Con su habitual contundencia, el primer edil calificó de "aberrante" el nuevo ataque de kale borroka y lo consideró "doblemente grave e intolerable" en el actual contexto de crisis y restricciones de recursos públicos.

Varios desconocidos incendiaron con cócteles molotov el autocar, lo que obligó a desalojar un edificio de viviendas próximo, aunque no se registró ningún herido. El vehículo quedó totalmente destruido por las llamas. El fuego también afectó a varios turismos estacionados cerca y al cableado eléctrico y telefónico de la zona. El coste de esta unidad de la compañía Bilbobus asciende a unos 240.000 euros, como precisó Azkuna.

El ataque "no tiene ninguna justificación posible, ni hay motivo ni objetivo en el que se pueda amparar. Los que cometieron ese atentado, atacaron un servicio público del que se benefician todos los bilbaínos. Además, han atentado contra la libertad y la democracia", remató el alcalde de la capital vizcaína.

Ondarroa

El ataque al autobús no fue el único acto de kale borroka registrado en la jornada en que eran encarcelados varios de los dirigentes de la izquierda abertzale detenidos el pasado martes, entre ellos Arnaldo Otegi. Sobre las once y media de la noche del viernes, varios desconocidos cruzaron y prendieron fuego a un grupo de contenedores en la calle Arbide de Ondarroa.

Acto seguido, los radicales atacaron en las inmediaciones con cócteles molotov sendas sucursales del BBVA, La Caixa y Caja Laboral. Las oficinas sufrieron daños de diferente consideración y los bomberos tuvieron que intervenir para que el fuego no se extendiese a otros lugares próximos.

La comisión gestora que gestionar el Ayuntamiento de la localidad vizcaína condenó estos ataques porque "perjudican la convivencia pacífica" entre los vecinos. La comisión censuró "el uso de este tipo de violencia o de cualquier otra" y trasladó su solidaridad con los afectados y con los usuarios de los servicios dañados.

Horas antes, alrededor de las seis y media de la tarde, un grupo de desconocidos ya había cruzado y prendido fuego a cuatro contenedores en la calle de General Carmen, en San Sebastián.