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Reportaje:El futuro de Europa

España marca su territorio en la UE

La presidencia española impulsará en 2010 la relación con EE UU y el Magreb - El desarrollo del Tratado de Lisboa potenciará la política exterior de la Unión

Andreu Missé

España prepara la presidencia de la Unión Europea que asumirá durante el primer semestre de 2010 con el objetivo central de poner en marcha la aplicación del Tratado de Lisboa, que -si el presidente checo, Václav Klaus, no lo impide- entrará en vigor a principios del próximo año. El nuevo tratado potencia la capacidad de la Unión para dotarse de una política exterior común, con más competencias y un servicio exterior que constituirá una verdadera diplomacia europea. El programa provisional con sus objetivos y compromisos concretos ha sido distribuido a los grupos políticos para su conocimiento. El documento, de 63 páginas, al que ha tenido acceso EL PAÍS, diseña la estrategia de la UE para garantizar que las previsiones del Tratado de Lisboa "se apliquen plenamente cuanto antes".

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El programa de la presidencia española detalla la estrategia de la Unión en todos los ámbitos de actuación comunitaria, con especial atención a las políticas para afrontar la crisis económica, el empleo, la educación, el conocimiento, la inmigración, la regulación financiera, el cambio climático y, de manera especial, el impulso a los derechos humanos, sobre todo a la lucha contra la discriminación de la mujer.

En el ámbito internacional, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiere que la UE intensifique las relaciones con el Magreb y las relaciones transatlánticas tanto con Estados Unidos como con América Latina y el Caribe. La presidencia señala que "se concederá especial importancia al Magreb y se propondrá celebrar en España la primera cumbre UE-Marruecos", con el Gobierno de Rabat. España también prevé "apoyar las negociaciones de un acuerdo marco UE-Libia y la mejora del Acuerdo de Asociación con Túnez".

En el caso de Argelia, se impulsará el refuerzo de la relación con la Unión, especialmente en el ámbito de la energía, "con el objetivo de cerrar la Asociación Energética UE-Argelia durante nuestra presidencia".

Igualmente se ha previsto una Cumbre del Diálogo Mediterráneo 5+5, en la que participan Portugal, España, Francia, Italia, Malta, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania.

Con el propósito de afianzar las relaciones con el flanco sur de la Unión, el Gobierno de Madrid "preparará la segunda cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión para el Mediterráneo (UpM), que se celebrará durante el mandato de la presidencia española". Se pretende sacar de la parálisis la iniciativa de la UpM, bloqueada tras la guerra de Gaza, con nuevas propuestas. En este sentido se prevé poner en práctica la iniciativa mediterránea de desarrollo empresarial.

En el frente transatlántico, Zapatero quiere aprovechar su personal sintonía con el presidente estadounidense, Barack Obama, para iniciar una nueva etapa y "revitalizar el diálogo transatlántico". En este sentido "la presidencia española", señala el programa, "trabajará por el estrechamiento de las relaciones UE-EE UU en todos los ámbitos, incluidas las cuestiones políticas, económicas y de seguridad y la respuesta a los desafíos globales". De manera particular se destaca entre "las cuestiones que exigirán atención conjunta, como el impulso del proceso de paz en el Oriente Medio". España es consciente de que la cooperación con EE UU es fundamental en varias materias como "la lucha contra el cambio climático, la coordinación ante la crisis financiera y la protección de los derechos humanos". De manera especial, Zapatero quiere "poner el énfasis en los Objetivos de Desarrollo del Milenio" que persiguen reducir la pobreza a la mitad para 2015. España impulsará el objetivo de incrementar al 0,56% del PIB para 2010 el porcentaje de ayuda a los países pobres, a cuya consecución la crisis económica amenaza seriamente.

Paralelamente, España impulsará "su asociación estratégica" con América Latina y el Caribe. El Gobierno español desea que la VI Cumbre UE-ALC (América Latina y Caribe), así como las cumbres paralelas subregionales UE-Centroamérica, UE-Mercosur, UE-Cariforum y UE-Chile, permita relanzar las relaciones. Existen objetivos específicos como "en materia de migración para desarrollar un diálogo estructurado UE-ALC conforme a lo acordado en la cumbre de Lima". Durante el semestre español se espera firmar el Acuerdo de Asociación de la UE con el Sistema de Integración de Centroamérica (SICA). Madrid desearía que en 2009 "se produzca el necesario consenso que permita que la Fundación Europa-América Latina pueda comenzar sus actividades a partir de 2010".

Para el primer trimestre de 2010 está prevista una importante cumbre UE-Rusia. Se concederá especial atención a la conclusión del Acuerdo de Asociación y Cooperación con Rusia.

El programa también prevé cumbres de la UE con Japón y Corea del Sur, con el propósito de "fomentar un aumento cualitativo de las relaciones".

En cuanto a África, se impulsará la estrategia conjunta Unión Europea-África. De manera especial se prestará atención al diálogo político con Guinea Ecuatorial, la situación en Darfur y en el sur de Sudán, a Chad y al conflicto de la región de los Grandes Lagos, con dedicación particular a la evolución de la República Democrática del Congo.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, charla con  Zapatero en La Moncloa, el pasado mes de mayo.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, charla con Zapatero en La Moncloa, el pasado mes de mayo.EFE

Medidas para la protección del ciudadano

En el camino para reconocer "unos derechos especiales" a los ciudadanos de los Estados miembros, España desempeñó un papel determinante en octubre de 1990, al presentar un primer texto articulado y motivado sobre la ciudadanía europea. La iniciativa logró entonces el respaldo del Europarlamento. Finalmente, el Tratado de la UE institucionalizó la ciudadanía europea.

España quiere aprovechar la presidencia para desarrollar medidas concretas. El programa de la presidencia prevé "facilitar un acuerdo sobre las bases mínimas de asistencia consular a los ciudadanos de los Estados miembros fuera del territorio de la UE". El objetivo es "armonizar cuestiones como la expedición de salvoconductos y documentos europeos de viaje y establecer una asistencia en las ayudas y visitas a detenidos". La presidencia española se compromete a "trabajar para impulsar la asistencia consular a los ciudadanos europeos en el seno de la UE a través de la recopilación de información sobre el estado de las ratificaciones por los Estados miembros en los convenios del Consejo de Europa y otros organismos en materia de asistencia a sus ciudadanos".

De manera general la protección y promoción de los derechos humanos son prioritarias para la UE. En este marco, España prestará especial atención a "la consolidación del Consejo de Derechos Humanos y a la lucha contra la pena de muerte". En este ámbito se consideran prioritarios por la presidencia "la lucha contra la discriminación de la mujer y la violencia machista, la lucha contra la tortura, la defensa del derecho del agua potable y al saneamiento, la lucha contra la discriminación por razón de orientación sexual, la protección de los derechos del niño y la promoción de los derechos de las personas con discapacidad".

Con el propósito de fomentar el derecho a la información de los ciudadanos, la presidencia española solicitará a la Comisión Europea que en la nueva Estrategia de Lisboa establezca una referencia clara a la sociedad de la información. De manera concreta se sugieren "acciones en apoyo a la transición de la prensa hacia un nuevo modelo productivo". De esta manera, se menciona la posibilidad de relanzar en "2010 una iniciativa para crecimiento y el empleo en la sociedad europea de la información" y "lanzar un tipo de media [programa de apoyo a la industria audiovisual] para respaldar la transición de la prensa escrita a las nuevas tecnologías de la información".

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