'Karaoke' de estrellas

El estreno estaba previsto para las diez de la noche, pero la puntualidad era ayer un objetivo imposible en la primera función de 40. El musical. Curiosos y seguidores (sobre todo seguidoras), se arremolinaban en la puerta del teatro Rialto, a la caza de la foto y el autógrafo de las muchas caras guapas que se dejaron ver por la Gran Vía.

Eran docenas de músicos y actores, que no quisieron perderse esta historia tan cantarina como hilarante: el relato de un bloguero radiofónico, que va despellejando a su audiencia las calamidades sentimentales de sus mejores amigos.

Intérpretes como Coti, Chenoa, Pau Donés, Carlos Goñi, Nacho García Vega o Alejo Stivel se dieron cita en un espectáculo que se nutre de sus propias canciones, hasta un total de cincuenta y tantos éxitos, que han ocupado el número uno de Los 40 Principales a lo largo de las tres últimas décadas.

El público no dejó de tararear el aluvión de temas que suenan en la función

Pero el mayor aluvión de flashes se lo llevaron los chicos de Fama -el concurso bailongo de Cuatro- y los guaperas de la serie Física y Química: Gonzalo Ramos, Adam Jeziersky, Angy Fernández y Óscar Sinela. A su lado, el director Daniel Sánchez Arévalo (autor del libreto) y su actor fetiche, Antonio de la Torre, pasaban casi inadvertidos. Aunque la procesión de los nervios iba por dentro.

El público, entregado, no dejó de jalear y tararear, como si de un karaoke gigantesco se tratara, el aluvión de temas que suenan durante la función. Y lo de aluvión no es un decir: en el arranque de la obra, y en poco más de cuatro minutos, los asistentes podrán escuchar Monday monday, Prety woman, Venus, Eva María, Black is black, El pistolero, Go west, La chica de ayer, En algún lugar, Cruz de navajas, Flaca y Viva la vida. Del tirón.

La selección musical ha corrido a cargo de Carlos Narea, productor curtido en mil batallas y que se las sabe todas, en el mejor sentido de la expresión. "Que no se nos enfaden los autores, si alguno de sus temas suena sólo unos segundos", se excusó desde el escenario el productor del espectáculo, José María Cámara, embutido en una americana de brillantina, que levantaba murmullos.

Una vez alzado el telón, media docena de actores-cantantes cargan con el peso de la trama, con Pablo Pujol como el rostro más conocido tras su paso por Un paso adelante y la película 20 centímetros. Si sumamos el cuerpo de baile al completo, son 35 los artistas que se adueñan de las tablas.

La obra sigue los patrones clásicos del género, con mucho colorido, juegos de luces, vestuarios imposibles y la permanente sensación de que no hay un segundo de respiro.

Cada cual tendrá que escoger su momentazo de la noche, pero por lo visto ayer las preferencias se decantan por la apoteosis inicial de Bienvenidos (con el elenco disfrazado de unos heavies algo más que horteras), y la declaración nupcial al compás de Tenía tanto que darte, de Nena Daconte. No es para menos, teniendo en cuenta que los futuros contrayentes llevan 15 años de noviazgo, pero aún no han procedido a la consumación carnal de su relación.