Los sindicatos piden a Magna un plan para Opel hasta 2013

A largo plazo, todos muertos, decía Keynes. Esto es lo que piensan los sindicatos de Opel en Figueruelas (Zaragoza) en relación a la última propuesta que los probables dueños del fabricante de automóviles, el grupo austro-canadiense Magna y el banco ruso Sberbank, han puesto encima de la mesa. Una propuesta que, en realidad, apenas dista de la anterior. Magna acepta mantener la producción actual en la planta aragonesa, pero a partir de 2013. Hasta entonces, recortes, tanto de producción como de empleo, con la misma cifra que la semana pasada: unas 1.350 personas. Los representantes de los trabajadores quieren que se mantenga la producción desde ahora o que, por lo menos, la empresa se comprometa con un plan industrial, de transición, hasta 2013.

El punto irrenunciable para España -el Gobierno central, el de Aragón y los sindicatos- es amarrar la producción, declaró ayer el consejero de Industria, Arturo Aliaga, tras una reunión que mantuvo el Gobierno autonómico con la empresa, los sindicatos y la secretaria general de Industria, Teresa Santero.

La propuesta de Magna, que es la que ya trasladó al ministro de Industria, Miguel Sebastián, el martes por la noche, se compromete a mantener en Figueruelas el 72% de la producción de la plataforma Gamma (sobre la que se producen los modelos Corsa, Combo y Meriva) a partir de 2013, y el 28% restante en la planta alemana de Eisenach. Ésta es la proporción actual. Pero, según UGT, mientras que el escenario que Magna dibuja para Eisenach en 2014 está lleno de Corsas, el de Figueruelas depende en exceso del Combo, cuya producción finaliza en 2011. "De su sustituto no se sabe nada, ni dónde se le espera. Ya veremos qué pasa en 2013 falta mucho, exigimos compromisos", explicó ayer el responsable federal de automoción de UGT, Rogelio Mena. Los sindicatos se han dado hasta el lunes para seguir negociando. "No tenemos prisa", dijo el presidente del comité, José Juan Arcéiz.