"Hay que hacer las cosas con poco"

No suele ser muy habitual encontrar en una exposición los proyectos con los que el autor ha logrado el éxito junto a los que se quedaron en el cajón, en igualdad de condiciones. La arquitecta Benedetta Tagliabue (Milán, 1963) pertenece a esa clase de personas que quiere por igual las obras con las que ha logrado gran notoriedad (Mercado de Santa Caterina y el edificio de Gas Natural, en Barcelona, o el Parlamento de Escocia), como los inéditos (remodelación de la fábrica de Carlsberg, en Copenhague o un parque en Seúl). La exposición, hasta el 23 de octubre en la Universidad Europea de Madrid, repasa la trayectoria del estudio EMTB (las siglas de su marido fallecido Enric Miralles y las suyas).

"Los trabajos que van a los cajones van conformando la base de tu fuerza. Al año pueden salirte 10 concursos y con suerte ganas uno o dos", dice muy expresiva como buena italiana. La muestra recorre todas las escalas de la arquitectura. "En España los arquitectos nos ocupamos de todo, desde grandes edificios hasta escenografías y nos parece normal, pero no lo es. Es una especificidad de los españoles y es una gran suerte".

Mientras camina por los alrededores de la universidad, en un día que ha regresado a la primavera, lo observa todo. El pequeño puente que une distintos pabellones: "tiene un punto japonés"; o cuando descubre una especie de cascada: "el agua siempre está bien". Con la misma naturalidad, su exposición (o lo que es lo mismo, EMTB) salta de una escala a otra. Los pequeños elementos, como las escenografías para Merce Cunningham en su 90 cumpleaños, y para la ópera El ocaso de los dioses (2008), con La Fura del Baus; o la instalación From I to J, para una escenografía de Isabel Coixet con textos de John Berger.

Y están las viviendas (en Barajas, premiadas en la Bienal de Arquitectura 2005), ahora en el foco de atención, quizás como resaca de tantos edificios estrella. "Antes casi nunca ganaban los concursos y ahora es al revés, el último Premio FAD ha galardonado a una vivienda que casi no tenía nada, pero con una intención increíble". Y los grandes proyectos. Como sus intervenciones en el que se considera uno de los planes urbanísticos más importantes de Europa, Hafencity, una nueva ciudad en el puerto de Hamburgo. O el pabellón de España para la exposición de Shanghai.

El lema de Tagliabue es "hacer las cosas con poco". Con más razón en tiempos de crisis, pero dice que por mucho que ahora sea tendencia, siempre ha estado muy atenta a la escala humana de la arquitectura. Empezando por el calificativo que aplica a EMTB. "Nos consideramos más un atelier que un despacho profesional que tiene que hacer business, es un estudio artesanal", que busca su camino tras fallecer Miralles. "Yo hago algo más narrativo, quizás más ligero, voy en otra dirección que aún no sé cuál es".

Tras recorrer la exposición, le esperan unos 300 estudiantes,que revientan el aforo, a los que iba a impartir una conferencia. ¿Y qué les va a contar? "Que mi actitud es intentar hacer las cosas bien y ser creativo. Nunca como ahora está cambiando todo y los arquitectos tenemos que encontrar nuestro camino". ¿Sólo ellos?