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Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Habitación hostil con botellas

El proceso de composición de esta dura e intensa pieza, concebida por el francés radicado en Madrid Nicolas Rambaud, pasa por preceptos de rigor que quedan a la vista: una dramaturgia llena de intenciones que hilvana el discurso y una logística de presentación de los materiales coréuticos engarzada a través del recurso musical.

Cinco intérpretes en una habitación que es a la vez caja de Pandora y caja de música, laberinto de los horrores y encierro voluntario exterminador. Todo parecido con Buñuel no es casual. Hay un tejido de grueso perfume surrealista que se adoba con el teatro del absurdo (tanto es así que recuerda situaciones típicas de Ionesco). La lucha de manifestación y supremacía se adhiere a la piel de unos seres que danzan frenéticamente dentro de un caos que es su orden supremo, de una pendiente que les lleva ópticamente hacia abajo, al abismo, pero que ellos interpretan como ascensión al clímax de sus desgracias, al cenit de sus frustraciones. Esa disección orgánica y progresiva ofrece un relato, una construcción desbordada que justifica el título. Rambaud se concentra en el baile mismo, pues hay mucho baile -y bueno- lleno de exigencias, rozando el virtuosismo (la escena se les queda pequeña muchas veces).

MEGALÓ TEATRO MÓVIL. EXCESIVOS.

Coreografía, Nicolas Rambaud; dramaturgia, Coral Troncoso; escenografía, José Manuel Ramírez; vestuario, Graciela Ese. Teatro del Instituto Francés. (16 y 17 de octubre).

Un caos ordenado

El símbolo del árbol del bien y del mal (que resulta ser sólo del mal), del que cuelgan no manzanas (o granadas bíblicas) sino botellas de vino (todas están "envenenadas") medio vacías y que los artistas escancian directamente en el gaznate sin pudor, recuerda los bodegones cubistas de la mesa restos de algo, de una acción pasada, de lo que se perdió en la tensión y la fatiga. La selección musical es básicamente emocional, hecha en collage sobre fragmentos de cuerdas y del piano como catalizador, para llevar al espectador a un lirismo atenazador, políticamente muy incorrecto, medularmente comprometido y por ello lleno de valores palpables.

Riesgo y búsqueda en una coreografía hecha de regreso expeditivo a la técnica pura y dura, a formas diáfanas en la exposición, a frases que necesitan de terminado y de "ensemble", otra de las bazas sobre las que se asienta el discurso. Hay humor y sarcasmo, pero todo dentro de una textura dramática dominante y brutal.

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