España necesita una reforma empresarial

Son muchas las voces, que aprovechando las aguas revueltas de la economía, vuelven a hablar de la necesidad de una reforma del mercado laboral en España. Son voces como las del gobernador del Banco de España, famosos premios Nobel de Economía, presidentes de cajas de ahorros, destacados miembros del Partido Popular o doloridos socialistas, ¡qué casualidad!

Me gustaría decirles a todos ellos que, efectivamente, en el mercado laboral es urgente una reforma, pero no una reforma del modelo de contratación y del abaratamiento del despido, que parecen insinuar, sino una reforma del empresariado.

El tejido empresarial español se basa en la microempresa y sus titulares son personas en general muy trabajadoras, que asumen fácilmente los riesgos, con cierta iniciativa y con muchas otras virtudes, pero con una gran deficiencia en la correcta gestión y administración de una empresa.

Esta ignorancia provoca que, en épocas de bonanza, con amplios márgenes comerciales, estos señores puedan llegar hasta a amasar grandes fortunas, pero en momentos difíciles, donde hace falta conocer esas técnicas de gestión, abandonan el barco y dejan a sus marineros en la estacada.

Por eso, lo que es urgente no es abaratar el despido, sino formar empresarios con otra cultura empresarial, empresarios que sepan sacar rendimiento a sus ideas de negocio sin abusar del mercado. En ello debería incidir el Gobierno español.