Copasa esquiva la crisis del ladrillo con la obra pública
El grupo facturó 544 millones el año pasado, un 10% más
Copasa se ha salvado de afrontar la resaca de la burbuja inmobiliaria por su empeño en arañar mercado con la obra civil. La compañía que dirige José Luis Suárez Gutiérrez incrementó su facturación un 10% el año pasado, en pleno retroceso de la economía, con una cartera de proyectos valorada en 640 millones de euros y nuevas contrataciones por importe de 350 millones.
El beneficio de la matriz creció un 31%, hasta los 22 millones, que en su mayoría fueron destinados a fortalecer recursos propios en detrimento de los dividendos. Aunque reconoce no ser ajena al mal momento, desde su dirección financiera aseguran que su estrategia le permite reducir al mínimo el endeudamiento y, en consecuencia, la necesidad de buscar financiación. Con 1.500 empleados, la empresa admite que este año será "difícil", alcanzar las cifras de ejercicios pasados: "Seguimos siendo la primera empresa gallega de obra civil por volumen. Hemos enfrentado la crisis con proyectos y sin disminuir el empleo", señaló ayer Suárez, quien además negó estar interesado en salir a bolsa. Su plantilla asciende a 1.500 personas, de los cuales más de 600 son empleos fijos.
No recurrirá la decisión de suspender el concurso eólico
Las carreteras y el ferrocarril sostienen la cuenta de resultados de la matriz, que logró hacerse con nuevos contratos del AVE en Levante que ascienden a 85 millones de euros. En la alta velocidad trabaja en el corredor del Norte (de Palencia a León), en Valencia y en el tramo Redondela-Soutomaior del Eje Atlántico.
En cuanto a su expansión internacional sigue operando en Bulgaria, Chile, México y, sobre todo, en Brasil. Su apuesta más reciente está en la diversificación de su negocio introduciéndose en actividades relacionadas con el medio ambiente como el reciclaje y las energías renovables. Participó con Coren y Gadisa en el concurso eólico promovido por el bipartito, en el que consiguió la adjudicación provisional de 60 megavatios. Sin embargo, no piensa recurrir, y hasta aplaude, la suspensión del polémico proceso ejecutada por la Consellería de Economía. "Confiamos en que este nuevo paso sea el definitivo y que se cree un marco que nos ofrezca garantías a todos", afirmó Suárez.
Copasa ensaya otras vías para crecer, como una alianza con Pyac, una empresa acuícola que tiene tres proyectos congelados por el anterior gobierno para instalar granjas marinas en Malpica, Camariñas y Foz. En Madrid ha entrado en el accionariado y la gestión de un centro de enseñanza privado.
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