La leona de La Sénia era un perro
Los agentes dispararon al animal tras fallar una de las trampas instaladas para capturarlo vivo - El can medía 75 centímetros de altura 1,6 metros de longitud
Dos disparos abatieron al perro salvaje que los vecinos de La Sénia (Montsià) habían confundido con una leona. Efectivos del Cuerpo de Agentes Rurales (CAR) abrieron fuego contra el animal, que resultó ser un ejemplar mestizo similar al cruce entre un perro de presa canario y un fila brasileño.
El animal fue detectado sobre las ocho de la tarde en la misma granja de pollos a la que había acudido las dos noches anteriores para alimentarse, alrededor de la cual se habían distribuido una serie de jaulas metálicas con comida en su interior para capturarlo vivo. Los agentes decidieron abrir fuego al fallar estas trampas: el perro entró en una de las estructuras metálicas para olisquear la comida, pero no fue suficiente para que el disparador, situado al fondo del receptáculo, se activara.
El temor a que la tardanza del dardo anestésico permitiera al perro ocultarse hasta el día siguiente decidió la suerte del animal. "La anestesia requiere una alta precisión en la técnica y en la distancia. No podíamos arriesgarnos a perderlo", lamentaron fuentes del CAR.
El animal llevaba largo tiempo merodeando solo por la zona y ya había tenido encontronazos con algún cazador. Lo evidenció una vieja herida en el cuello, infectada, similar a la provocada por algún disparo. Estaba famélico y embarrado, medía unos 75 centímetros de altura y alrededor de 1,6 metros de longitud. Con las orejas recortadas, la cabeza contundente y la cola larga y arqueada, tenía un aspecto casi idéntico al de una leona. "Los propios agentes se quedaron impresionados", destacó Medio Ambiente.
Pruebas fotográficas
Agentes forestales realizaron un reportaje fotográfico del animal para exhibirlo hoy a los vecinos que aseguraron haber visto al felino, hipótesis que descartaron los agentes del CAR a última hora de ayer. "El perro coincide con los restos y las huellas que hemos detectado estos días", confirmó un responsable del operativo. Medio Ambiente, sin embargo, decidió no facilitar fotografías del animal, dada su lamentable apariencia .
Queda por determinar la procedencia del animal. Los agentes lo consideran prácticamente imposible de resolver, puesto que el perro abatido no tenía ningún tipo de identificación.
La búsqueda del felino ha supuesto un coste de unos 100.000 euros: se han desplazado en su búsqueda una cuarentena de hombres, 12 vehículos y 2 helicópteros durante cinco días. Ése sería el importe que facturaría la Generalitat si cobrara el rescate del animal a un particular.
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