"El primer disco siempre sale un poco visceral"

Escribe canciones tan lánguidas y contemplativas que sorprende encontrar a una Alondra Bentley jocosa, charlatana y amiga de burlarse de sí misma, una costumbre que practica sin piedad. Como cuando dice que es "muy de llorar, casi con cualquier película", o en el momento en que descubre, ruborizada, el más inconfesable de sus secretos: "De cría tenía en casete todos los discos de A-Ha. En aquellos momentos mis padres renegaban de mí, pero el cantante era taaaan guapo...".

Murciana nacida en Lancaster (Reino Unido) y la menor de tres hermanas, Bentley se ha convertido en una de las sensaciones nacionales del año con Ashfield Avenue, el nombre de la calle donde vino al mundo hace 26 años. El pasado sábado puso en órbita su repertorio -acústico, arpegiado, con mucha influencia del folk británico que se estilaba en los años sesenta- en la sala El Sol, de tradición mucho más jaranera que sus canciones. Porque a Alondra la suelen meter en el mismo saco que a otras jovencitas meditabundas como Anni B Sweet o Lourdes Hernández (Russian Red). Aunque ella, desde el cariño, entiende que cada una es de su padre y de su madre.

"La tristeza, cuando no llega al dolor, es una sensación que apetece a ratos"

Pregunta. ¿Tan joven y ya tan melancólica?

Respuesta. Mis canciones pueden transmitir melancolía, por supuesto, pero también tranquilidad, alegría y una euforia contenida. En una letra terminas contando cosas que no serías capaz de decirle a tu interlocutor cara a cara.

P. ¿Pero las canciones tristes le pueden alegrar a uno el día?

R. Sí, a mí me reconfortan. La tristeza, cuando no llega al dolor, es una sensación que a ratos apetece. A mí me regocijan las películas de llorar, como Eduardo Manostijeras, o esos discos que te destrozan.

P. El año pasado sufrió la pérdida de su madre. ¿Los episodios traumáticos acaban filtrándose en las composiciones?

R. En mi caso sentí la necesidad de escribir una, Star for mummy, pero ni siquiera sé si me ha ayudado a sobrellevar el mal trago. Los primeros discos siempre salen un poco viscerales porque, como decía Donovan, son los grandes éxitos de tus momentos vitales más decisivos.

P. La colección de vinilos de su madre no sólo incluía a Donovan, sino también a Pentangle o Bert Jansch. ¿Sus amigas la miraban como a una marciana?

R. Uy, los vinilos antiguos no eran la mayor singularidad familiar. Vivíamos retirados en una casa rústica, en medio de la nada, a la que al principio no llegaba ni la luz eléctrica. Se hizo famosa en mi instituto...

P. ¿Y ahora que la peque se ha hecho famosa?

R. Ah, mis hermanas se burlan un poco de mí, pero en buen plan. Lo gracioso es que las dos recibieron educación musical y tocan el piano. En cambio, yo sólo fui a clase de solfeo el primer día. Al salir le dije a mi madre: "Lo siento, esto es demasiado aburrido para mí".

P. ¿Qué hora del día es buena para escuchar Ashfield Avenue?

R. Uhm, probablemente por la mañana. Me gustaría pensar que esas canciones ayudan a salir a la calle sin tanta agresividad.

P. ¿Es el folk una buena medicina para tiempos de crisis?

R. Probablemente, porque contribuye a relajarte y a reflexionar.

Ashfield Avenue está publicado en discos Absolute Beginners / Everlasting.