Soberano Sevilla
El Madrid pierde en el Sánchez Pizjuán su primer partido y deja al Barcelona como líder - Muniain, con 16 años, se convierte en el goleador más joven de la Liga - El Xerez marca su primer tanto en Primera
Habrá que contar con el Sevilla, que ayer se marcó un partido soberano contra el Madrid, abatido en juego y goles, inferior futbolísticamente a un rival digno de admiración. El equipo de Jiménez tuvo nervio, velocidad y un despliegue prodigioso por las bandas, por la de Perotti y sobre todo por la de Navas, estupendo en el desborde y en el centro, protagonista indiscutible de la noche. Ausente Cristiano Ronaldo, reapareció el viejo Madrid, más a gusto en las dos áreas que en la divisoria, fiado a la pegada de sus delanteros y a los reflejos de su portero, falto de medios. Ayer, sin embargo, ni la prodigiosa actuación de Casillas le evitó una derrota merecida por la poca aportación de Kaka y el absentismo de Benzema. El Madrid de Pellegrini tiene a veces un aire al Barcelona de Robson por la nómina extraordinaria de su plantilla. No es fácil cuadrar la alineación y contentar a la parroquia sin dejar de competir. Le faltó grandeza ante un poderoso Sevilla, dispuesto a discutir el anunciado bipartidismo de la Liga.
Del partido salió especialmente contento el Barcelona, que se queda como líder en solitario mientras prepara su salida a Mestalla después de una sufrida victoria contra el Almería. Hugo Sánchez llevó hasta el último extremo en el Camp Nou la vieja táctica de Vujadin Boskov. Al técnico serbio le gustaba intervenir en los partidos desde la alineación y, muy especialmente, con los marcajes. Entendía Boskov que si el entrenador ponía al peor de los suyos frente al mejor del rival conseguía que jugaran los diez mejores de su equipo contra los diez peores del contrario. La clave estaba en la elección. Hugo Sánchez escogió a Xavi e Iniesta, encimados por Chico y Juanma Ortiz, y cortó las dos fuentes de alimentación del juego al Barça para que el duelo lo disputaran nueve contra nueve. Apartados del encuentro sus dos volantes, los azulgrana fueron un equipo menos profundo y fluido, sin la finura de sus mejores tiempos, sometidos a menudo por la defensa del Almería. Hubo un momento en que incluso pareció que Messi había dimitido por aburrimiento. Tampoco marcó Ibrahimovic por vez primera. Los recursos del Barcelona, sin embargo, parecen infinitos y Pep Guardiola no para de reinventar fórmulas para ganar los partidos. El último responde al nombre de Pedro. A falta de Ribéry, de Mata y del lesionado Henry, el canario ha funcionado como solución en los encuentros más ásperos. Un gol suyo le valió al Barça para igualar el récord de seis victorias consecutivas en un inicio del torneo (1929-1930, 1990-1991 y 1997-1998). Los azulgrana aprenden a manejarse con marcadores cortos porque a cambio de menos goles apenas conceden remates al rival.
No sólo fue un día de mínimos en el Camp Nou, sino que a la jornada entera le afectó una cierta estrechez y la polémica arbitral por las expulsiones y las jugadas discutibles. A excepción de la goleada del Sporting, los demás partidos acabaron en empate o se resolvieron por sólo un gol de diferencia. Al Xerez el tanto histórico de Armenteros con la mano, el primero del equipo andaluz en la categoría, sólo le alcanzó para empatar con el Málaga. Igualmente protagonista fue Muniain, delantero del Athletic que, con 16 años, nueve meses y 15 días, se convirtió en el goleador más joven en la historia del campeonato, por delante de Xisco Nadal (Villarreal). El gol del juvenil le dio un punto al plantel de Caparrós tras perder a Fernando Llorente, víctima de una conmoción.
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