"Puedes jugar un buen partido y, aun así, no ganar"
Obama felicita a Río y sostiene que Chicago hizo todo lo posible por ser la sede
Tras su viaje relámpago a Copenhague, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, compareció anoche ante la prensa en la Casa Blanca pocos minutos después de aterrizar en la base aérea de Andrews y confesó, decepcionado, que habría preferido "volver con mejores noticias". Antiguo senador por Illinois, Estado en el que se encuentra la ciudad, Obama manifestó que el intento de Chicago por hacerse con la sede de los Juegos Olímpicos de 2016 había merecido realmente la pena. "Sin duda", dijo el presidente, la ciudad que le adoptó políticamente hizo "todo lo posible" para lograrlo.
"Una de las cosas que se aprenden en el deporte es que puedes jugar un buen partido y, aun así, no ganar", resaltó Obama. "Pero, desde luego, no puedo estar más orgulloso de Chicago", insistió. A continuación -la comparecencia ante los medios fue muy breve y la ocupó en gran parte el tema del día en el país: el paro ha subido al 9,8%, rozando peligrosamente la barrera psicológica del 10%-, Obama felicitó a Río de Janeiro y relató que ya había llamado por teléfono al presidente brasileño, Lula da Silva.
El alcalde de la ciudad estadounidense ve poco probalbe otro intento para 2020
Obama, según su portavoz, Robert Gibbs, supo que Chicago había quedado eliminada mientras miraba la televisión, solo, en su despacho a bordo del Air Force One de regreso a Washington. Junto al presidente volvía su esposa, Michelle, que voló a Europa unos días antes que él para promover la candidatura de la ciudad en la que nació y creció.
Si la Casa Blanca estaba decepcionada, el mismo sentimiento manifestaba el alcalde de Chicago. Richard Daley compareció ante sus ciudadanos tres horas después de conocerse que su ciudad había quedado fuera de la carrera olímpica. "Por supuesto que estoy decepcionado, pero la vida sigue", dijo el regidor. El diario Chicago Tribune abría su página web a toda pantalla con esa misma frase: "La vida continúa".
Preguntado sobre si lo volvería a intentar una vez más para 2020, Daley dijo que lo veía poco probable: "Para entonces ya habrá habido unos Juegos en el continente americano y no tendría sentido que se lo dieran a otra ciudad americana".
Decepción. Ésa era la palabra que se leía y oía en todos los medios estadounidenses. El diario The New York Times contaba en su página digital que Chicago había sido "rechazada" en favor de Río. El periódico resaltaba los cuatro años y los más de 50 millones de dólares (unos 35 millones de euros) que se habían invertido en una apuesta que quedó en nada.
Muchos fueron los que se sorprendieron incluso en directo, como el presentador de la CNN que cubría el evento desde Atlanta, que no cesaba de preguntarse incrédulo: "¿Está fuera Chicago?". Y muchos también se mostraron aliviados, como el grupo contrario a que Chicago albergara los Juegos.
El portal electrónico de The Washington Post resumía a la perfección cómo se sentía la Casa Blanca. Una foto de un cabizbajo Obama descendiendo del Air Force One valía más que mil palabras.
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