El PP escenifica un baño de masas en el santuario del PSOE

Desde que perdió las elecciones, Mariano Rajoy ha huido de las manifestaciones que su partido protagonizó la legislatura anterior. Esas exhibiciones de fuerza, especialmente contra la política antiterrorista, sólo sirvieron para movilizar el voto de izquierdas, anti-PP, según un análisis muy extendido en la dirección. Pero las demostraciones de poderío de un partido siguen siendo básicas en política. Y más en momentos de debilidad del rival. Por eso el PP ha aprovechado el espacio que le ha dejado el PSOE con la subida de impuestos para organizar un acto masivo, cargado de simbolismo. Fue ayer, en el velódromo de Dos Hermanas, santuario del socialismo. En esta ciudad a las afueras de Sevilla, donde el PSOE tiene 18 concejales y el PP sólo seis, los socialistas han organizado los grandes mítines de Felipe González, de Alfonso Guerra, de José Luis Rodríguez Zapatero, que marcaron el cénit de sus campañas electorales.

Cospedal: "Representamos a los trabajadores de toda España" Montoro: "

Rajoy y su equipo, capitaneado por el hombre fuerte y jefe del PP andaluz, Javier Arenas, quiso así, llenando hasta reventar el velódromo con casi 500 autobuses venidos de toda España, tratar de dar la vuelta a la imagen de su partido. "Este velódromo nunca más será de los socialistas. Aquí está la marea imparable del cambio", gritó Cristóbal Montoro. "Este gesto en Andalucía significa que vamos a por todas", sentenció Arenas.

El líder del PP trata todos los días de desdibujar la imagen de derecha del PP. Por eso siempre insiste: "Esto no es de derechas ni de izquierdas, sino de puro sentido común". Pero ayer fue aún más lejos. Aprovechando que estaban teóricamente en terreno enemigo, todos los oradores presentaron al PP como el partido de los trabajadores, de los parados, de los autónomos. Algunos lo hicieron con grandes dosis de populismo, como Dolores de Cospedal, la secretaria general: "Nosotros estamos aquí trabajando por los españoles, no de turismo en Nueva York con la familia. Está muy bien la Alianza de las Civilizaciones, pontificar allí en Nueva York, pero ¿dónde está la alianza con los españoles, la nuestra, con los parados? Aquí está el PP que representa y va a representar a los trabajadores de toda España". "Han arruinado al Estado, han metido mano en las cajas de todos. Como dice esa pancarta: Gobierno de ZP, pandilla de inútiles, estáis arruinando España", se lanzó Montoro, entre gritos atronadores de "Zapatero, dimisión". Arenas incluso recuperó la polémica del Falcon, el avión oficial con el que el presidente viajó a Dos Hermanas durante la campaña de las europeas. "Rajoy viene en AVE", dijo obviando que el billete del líder lo paga el Congreso con dinero público, como sucede con todos los diputados.

Ante una exhibición de fuerza tan notable, que dominó las imágenes de televisión con un velódromo totalmente lleno y con muchos militantes que no pudieron entrar -los organizadores hablan de 30.000 asistentes, algo prácticamente imposible, pero lo cierto es que se llenó un lugar en el que, según el PSOE, pueden caber 20.000 personas-, el discurso del líder era lo de menos. De hecho, no ofreció grandes novedades, pero sí se concentró en un ataque personal a Zapatero.

Antes Cospedal y Arenas habían tocado incluso el delicado asunto de las hijas de Zapatero para criticar que mientras se pide que no se publiquen sus fotos porque son menores, se apruebe una ley que les permitiría abortar a los 16 años sin permiso de sus padres. Pero Rajoy se concentró en tratar de desmontar la idea de que Zapatero gobierna para los más desfavorecidos. "Decir que subir los impuestos es solidario es la quintaesencia de la mentira. Ha dicho que pagarán más los ricos. Yo digo: es mentira. Sólo sube los impuestos para tapar sus errores. ¡Va a subir el IVA a todos los trabajadores, a este niño -dijo cuando uno se subió al escenario- le va a subir los impuestos de las chuches!", sentenció.

También aquí, Rajoy intentó dar la vuelta a la tortilla. Frente a las acusaciones de haber mentido que le hicieron en parte perder las elecciones en 2004, él ofreció una retahíla de todo lo que ha dicho Zapatero en los últimos meses sobre la crisis para demostrar que es él quien miente. "¡Pero si hace tres meses le dijo a Gabilondo que no subiría los impuestos!", se desgañitó el presidente del PP.