El Euríbor marca otro mínimo y agota su recorrido a la baja
La caída del índice al 1,26% supone el mayor ahorro registrado en las hipotecas
Éste es el mes. Tras 12 caídas mensuales consecutivas -de las que las siete últimas han marcado mínimos históricos- ya no sorprende a nadie que el desplome del Euríbor tire al suelo el precio de las hipotecas. Pero el dato de septiembre es importante por dos razones: porque el 1,26% al que cerrará supondrá la mayor rebaja registrada nunca por los préstamos ligados a este índice y porque el dato de este mes marca el final del camino. Los expertos coinciden en que al Euríbor, que el viernes cerró por debajo del 1,24%, ya casi no le queda margen para bajar más.
Santiago Carbó, consultor de la Reserva Federal, asegura que ya ha entrado en un punto de inflexión. "No va a haber un cambio brusco, pero vamos a ir viendo una lenta subida, que puede colocar al índice en torno al 1,5% a finales de año y por debajo del 2% en la primavera de 2010". El también catedrático de la Universidad de Granada señala el cambio de actitud del banco central estadounidense, menos reacio a próximas subidas de tipos, como el punto de partida del cambio de tendencia. "Si la Reserva Federal los sube, Alemania y los países más preocupados por la inflación presionarán para que el Banco Central Europeo haga lo mismo, lo que empujaría al alza el Euríbor", concluye Carbó.
Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), añade que si el BCE da marcha atrás en su política de inyecciones de liquidez en el sistema dará alas al Euríbor para subir moderadamente. De cualquier modo, la experta de AFI añade que el índice que condiciona lo que pagan millones de familias por su hipoteca se mantendrá más o menos estable en los próximos meses.
Al margen de previsiones de futuro, lo indudable es que el dato de septiembre supondrá un alivio considerable para los que tengan que actualizar su préstamo en septiembre. Porque el desplome de los últimos 12 meses supera los cuatro puntos: desde el 5,38% en el que estaba el Euríbor en septiembre de 2008 al 1,26% actual.
Esto significa que los que tengan un préstamo medio -150.000 euros a devolver en 25 años con un diferencial sobre el Euríbor del 0,5%- que actualicen con el dato de septiembre se ahorrarán 332 euros al mes. Es decir, casi 4.000 al año. Y los ahorros serán mayores para los créditos a plazos más largos. El ahorro superará el 50% de la cuota mensual en las hipotecas a 50 años o más.
Claro que todos estos beneficios llegarán a aquellos que no hayan firmado con el banco una cláusula de suelo. Cuando el Euríbor estaba por las nubes, muchas entidades financieras incluyeron en los contratos un apartado que establecía que si el índice bajaba de un determinado valor -el 2%, el 3% u otros- no afectaría a la hipoteca. Muchos clientes firmaron esa cláusula que ahora les perjudica, en algunas ocasiones sin saberlo y en otras porque pensaban que nunca caería tanto.
Pero los que establecieron un suelo no son los únicos damnificados. Los que esperen encontrar tipos por los suelos al pedir un crédito se llevarán un chasco. Porque los bancos y las cajas no están trasladando la caída del Euríbor en toda su magnitud, y fijan unos diferenciales muy altos.
Todavía faltan tres días para conocer el dato exacto, porque el índice hipotecario se halla con la media aritmética del Euríbor que cada mañana decide medio centenar de bancos europeos. Pero por mucho que oscile, sólo podrá hacer bailar mínimamente el dato definitivo respecto al 1,26%.
Los créditos más baratos que se han visto en la década de historia del Euríbor benefician a una economía en horas bajas como la española. Y no sólo a las familias con hipoteca, sino también a las empresas que han ligado su financiación a este índice. Si países como Alemania se alejan de la recesión y presionan al BCE para que suba los tipos, el perjuicio sería para España. Porque la recesión aquí va a ser más larga, casi tanto como la necesidad de tipos bajos que dinamicen la economía.
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