"El desbloqueo de convenios facilitaría el diálogo social"

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se mostró ayer en Sagunto optimista sobre el diálogo social, ahora empantanado por el pulso que libran la patronal, los sindicatos y el Gobierno. Antes de participar en el primer Foro Nacional para el Diálogo Social, celebrado ayer en la herrumbrosa nave de talleres de los antiguos Altos Hornos de Sagunto, quiso quitar hierro a la refriega eléctrica que protagonizó un día antes con el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, por la rebaja de las cuotas de la Seguridad Social en cinco puntos que le estaría demandando la patronal.

Corbacho no quiso poner plazos a la reanudación del diálogo y la concertación, aunque señaló que patronal y sindicatos mantienen una vía abierta referente al desbloqueo de los convenios de 2009 y que ese posible acuerdo "ayudaría mucho" a un espacio tripartito de negociación, con el Gobierno. En el supuesto de que no se produjera ese escenario, el ministro aseguró que el Gobierno irá adoptando las medidas que considere oportunas, dialogadas con los agentes sociales.

Camps pone el Pavace como ejemplo de concertación

En el discurso de apertura del foro, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, hizo votos porque el diálogo social siga siendo una referencia para los "complicados momentos" y puso como ejemplo de concertación social el Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (Pavace), que tras un año paralizado, apenas se ha desarrollado.

El secretario general de Cierval, Rafael Montero, en representación del presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, que no pudo asistir, destacó el papel "determinante" de la concertación social en la integración en Europa, así como su utilidad como "instrumento de diálogo y argumentación serena".

Por su parte, el secretario de acción sindical de CC OO, Ramón Górriz, que reemplazó a Ignacio Fernández Toxo, puso el énfasis en el estancamiento del diálogo social, que vive "momentos de rotura", y abogó por su recuperación. Górriz señaló el bloqueo de 1.500 convenios, con cuatro millones de trabajadores afectados, como principal obstáculo.

Antonio Ferrer, secretario de acción sindical de UGT, quien sustituyó al secretario general de su organización, Cándido Méndez, defendió diálogo social como "una seña de identidad de España". Ferrer apuntó que es muy difícil que se produzca cuando no se comparte el diagnóstico sobre la situación, aunque admitió que la realidad va a obligar a todos los agentes sociales a mantenerlo.