Impuestos, recortes y crisis

José Antonio Griñán y Javier Arenas se enfrascaron ayer en el Parlamento en otra discusión sobre la crisis, los parados y los impuestos. Diego Valderas eligió el mismo tema. Mientras desde la izquierda se le demandó al presidente de la Junta que gravara a los "poderosos", e incluso nuevas tasas, desde la derecha se le recriminó el aumento impositivo que, según Arenas, será la ruina final de los ciudadanos.

El socialista se quedó en un término medio: aplaudió la subida de la presión fiscal en el ámbito estatal y dijo no tener competencias para perseguir por su cuenta en Andalucía a las grandes fortunas. A Arenas le espetó: "Sí, el presidente Zapatero nos va a subir los impuestos a usted y a mí, pero a cambio va a dar 7.200 millones para la protección de los desempleados andaluces, ¿se da cuenta de la diferencia?". El popular sostuvo que los andaluces son los que más impuestos pagan, que el proyecto de Zapatero les costará otros 2.500 millones, al tiempo que recordó las grandes cifras que se han dejado de invertir por una pésima gestión. Propuso a Griñán un pacto para estudiar el recorte del gasto corriente sin tocar educación, salud y la cobertura social. La respuesta del jefe del Ejecutivo fue reprochar la eterna "cantinela" del PP, y la demagogia, de reformas profundas que no se saben cuáles son. Y puso un ejemplo: "Dijo en una entrevista que ahorraría 2.500 millones al reducir a la mitad los altos cargos de la Junta, cuando el presupuesto anual de todos los altos cargos es de 26,7 millones, ¿la mitad de 26,7 son 2.500?", ironizó.