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Los partidos pactan las reglas en el Parlamento para rebajar la tensión

Los grupos desbloquean los nombramientos en CRTVG y el Consello de Contas

Manuel Fraga recuerda bien el día en que fue elegido senador en representación de Galicia. Y también la forma. Socialistas y nacionalistas votaron conjuntamente el 25 de marzo de 2008 una triple candidatura que daba asiento en la Cámara Alta, junto al ex presidente, a un representante de PSdeG y otro del Bloque. El PP introdujo ese día en la urna 37 papeletas nulas al tachar cada diputado a boli el nombre del candidato nacionalista y sustituirlo por el del ex alcalde orensano Manuel Cabezas.

El episodio disgustó a Fraga, pero sobre todo abrió una herida entre el bipartito y la oposicion de Feijóo que ya no cicatrizó en toda la legislatura. Los populares acusaron a PSdeG y Bloque de cambiar las reglas para forzar la elección por el sistema de proporcionalidad pura en lugar de aplicar la Ley D'Hont, que les daría un senador en perjuicio del BNG. Y a la primera que pudo, el partido de Feijóo se cobró su venganza: bloqueó la renovación del Consejo de Administración de la CRTVG, sin reparar si quiera en el fallecimiento del representante del Bloque, Lois Obelleiro, ni en la grave enfermedad que sufría un representante del PSdeG. Ese boicot impidió la celebración de oposiciones en los medios de comunicación públicos y duró hasta el final del mandato de Touriño.

La presente legislatura, ya con el PP en la Xunta, no había empezado mucho mejor: cuatro plantes de la oposición en el Parlamento y broncas en cada junta de portavoces. Y eso que PSdeG y Bloque había dado un primer paso para la paz votando por el ex conselleiro del PP Xesús Palmou para integrar el Consello de Contas.

Tras el verano, la concordia ha regresado al hemiciclo, donde ahora se discute -muchísimo y muy intensamente- sobre política pero ya no del reglamento de la Cámara. Los tres partidos han pactado una fórmula mixta para acordar el número de iniciativas, entre la proporcionalidad que exigía el PSdeG y la igualdad entre grupos que pedía el Bloque. El PP renunció para ello a agotar el cupo que le otorgaría la aritmética parlamentaria.

Al contrario de lo que sucede en Valencia -donde los populares vetan la elección como senadora de la número tres del PSOE, Leire Pajín, a quien pretenden incluso someter a un examen sobre la comunidad antes de votarla- el partido de Feijóo se compromete a apoyar mañana la designación del secretario de Organización del PSdeG, Pablo García, para la Cámara Alta. El PP lo ha implicado durante las últimas semanas en el caso de una supuesta agente electoral del PSdeG en Argentina contratada por Unións Agrarias, pero acabará votándolo. "Preferiríamos otro candidato pero el reglamento dice que debe proponer el PSOE", zanjan fuentes de los populares.

Ambos partidos apoyarán a sus respectivos representantes en el Consello de Contas, ahora con la oposición del Bloque, que pretendía recuperar la proporcionalidad para hacerse con un conselleiro que será del PP. Una cuestión menor si se compara con los avatares de la legislatura pasada. En el Parlamento los debates sobre política se presentan tensos, pero al menos esta vez las reglas están marcadas.

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Feijóo habilita un despacho a Touriño

Emilio Pérez Touriño también tendrá despacho en la Xunta de Feijóo. Estará en la Casa da Parra, un edificio institucional ubicado en la Praza da Quintana, corazón del casco histórico de Santiago. Justo el que el ex presidente eligió en las conversaciones posteriores al traspaso de poderes cuando hizo saber a sus sucesores que quería hacer uso de las prerrogativas que le otorga haber sido jefe del Ejecutivo.

La Consellería de Presidencia que preside Alfonso Rueda habilitó durante el verano la estancia -que tendrá entrada directa desde la calle y una antesala para personal de confianza- y sólo espera a que Touriño se decida a ocuparlo.

Fuentes del Gobierno gallego confirman que el líder del bipartito hace uso de un privilegio del que goza también el primer presidente de la autonomía, Xerardo Fernández Albor, que dispone de una oficina próxima a su domicilio en el Ensanche de Santiago. Lo que no quiere decir necesariamente que vaya a solicitar su incorporación al Consello Consultivo, una decisión que Touriño no habría tomado aún.

El hecho de que ex expresidente haya reclamado una estancia en los edificios de la Xunta ha sorprendido a sus compañeros del PSdeG que lo desconocen todo sobre el futuro del ex secretario general. Ni siquiera las personas más cercanas a Touriño conocen sus planes a medio plazo. Es sabido en el grupo socialista que Touriño sondeó antes del verano la posibilidad de regresar a su cátedra en la Facultad de Económicas de Santiago, una solución que hoy parece descartada. Algunos de sus más estrechos colaboradores en la pasada legislatura dan por hecho que su actividad académica se reducirá a alguna colaboración esporádica con la Universidad.

Entretanto, en el grupo parlamentario del PSdeG se mantiene la incógnita sobre qué hará el diputado socialista con su escaño. La única pista la dio el ex presidente el jueves en declaraciones a La Voz de Galicia: "Me iré cuando me plazca, igual en un mes" (...) "No tengo que marchar como si hubiera metido la mano en la caja".

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