_
_
_
_
_
DESDE MI SILLÓN | VUELTA 2009 | 29 triunfo español
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El más regular

Se terminó. Las tres semanas llegaron a su fin y ahora mismo cada uno está ya camino de su casa. Todos contentos por volver, aunque algunos más satisfechos que otros, de eso no hay duda ninguna. Valverde será de los que más, puesto que ha aprovechado de la mejor forma posible lo que ha sido su oportunidad de oro de ganar por fin una gran vuelta. Ni mala suerte ni desmérito de los demás, ha ganado por méritos propios tanto por su parte como por la de su equipo. Es destacable que ha ganado por regularidad, sumando puestos con el añadido de las bonificaciones, pero sin ganar ninguna etapa. Cosa extraña en un corredor con un instinto ganador como el suyo, pero lo que está claro es que desde el coche le han ido templando el nervio día a día, para que no sacase esa vena de clasicómano que es la que le ha dado otros momentos de gloria en su carrera deportiva.

Desde el coche, a Alejandro le han ido templando el nervio día a día, para que no sacase esa vena de clasicómano
Más información
Valverde y la Vuelta miran al futuro

Ahora llega el momento de dejar volar a la imaginación y soñar con ambiciones mayores, veáse el Tour, pero a todos nos pasa que cuando estamos animados vemos las cosas más fáciles de lo que en realidad son. Pues eso. Enhorabuena, Bala, y enhorabuena a todos tus compañeros que han hecho que todo haya sido relativamente fácil.

No es el murciano el único ganador del día. Greipel se ha llevado el maillot de los puntos poniendo la guinda al ganar con superioridad en el último sprint, en La Castellana. Cuatro etapas para un corredor que en su equipo permanece oscurecido por la sombra de Cavendish, pero que ha demostrado que no tiene mucho que envidiarle al inglés, sobre todo cuando el equipo trabaja igual de bien con ambos.

Mouncotié se lleva la montaña y se anima gracias a ello a seguir un año más en activo. El Xacobeo gana por equipos habiendo estado presentes en todos los momentos en los que la carrera ha tenido algo que decir. Y Samuel y Evans suben al podio a acompañar al murciano. Samu como siempre, de menos a más y perjudicado por una caída tempranera. Evans, también como siempre, regular y discreto, pero sin fallar en ningún momento; su peor actuación vino precedida de un pinchazo en un mal momento. Pero de todas maneras ninguno de los dos dio la impresión de poder poner en serios apuros a Valverde, o sea, que tampoco han dejado la estela del lo que podía haber sido si.

Gesink y Mosquera, los dos con más espíritu agresivo, han sucumbido a la mala suerte. Para mi compañero hubiese sido ya un éxito subir al podio, o sea que, ha sido una gran pena, pero ha demostrado que tiene un gran futuro por delante. Para el gallego una oportunidad perdida, y a su edad es difícil decir si van a surgir más, sobre todo si tienen un momento de forma tal dulce como el que ha disfrutado estos días.

Y esto ha sido todo, amigos. Siento despedirme de esta forma tan apresurada, pero me obligan mis obligaciones socio-culturales. Me han nombrado jurado de un concurso popular de tortillas en Abadiño, donde resido, y me acaban de llamar para avisarme de que están ya todas en la mesa. Y encima los participantes están hambrientos; ellos han trabajado, yo me la como, y encima les toca esperar. Hasta la próxima, que espero que sea pronto.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_