Una mujer de 31 años, apuñalada en su piso

La llamó muy temprano. No cogía el teléfono. Insistió un par de horas después sin suerte. Cogió su llave y se presentó en la casa de su hermana, la que habían compartido desde que llegaron de Badajoz. La encontró muerta, junto a la cama. Con el cuerpo cubierto de incisiones de un instrumento punzante, según una portavoz de la Jefatura Superior de Policía. Concepción García, de 31 años, estaba llena de cortes. Los más graves, en el tórax y en el pecho. La policía no ofreció anoche ningún móvil del crimen ni había detenido a ningún sospechoso.

Su hermano avisó a la comisaría de Chamberí a las cinco de la tarde. Agentes de la Brigada de Homicidios y de Policía Científica acudieron a la casa, en el portal 7 del número 39 de la calle de Bravo Murillo, en una urbanización de pisos antiguos (construidos en 1.951) llena de callejuelas y recovecos en el parque móvil, junto a la iglesia de San Carlos. Fue entonces cuando los vecinos empezaron a enterarse. Nadie escuchó ningún ruido durante la noche, ni por la mañana, a pesar de que el bloque es un edificio estrecho con sólo dos puertas por rellano de escalera.

Concepción García era una mujer delgada, morena, de ojos claros, según varios vecinos, que aseguraron saber poco de su vida pese a que llevaba cerca de una década en el bloque, desde que sus padres compraron el piso para los hermanos. Se le ha visto entrar con chicos, "unas veces con unos, otras con otros", según Visitación Quintana. "Era algo rara, siempre llevaba guantes". La mujer, en el salón de su casa, intentaba sin mucho éxito arrojar luz a lo sucedido mientras la policía registraba el piso de la muerta cinco plantas más arriba. Rosario, la mujer que cuidaba de su madre en el 3, escuchó al hermano llorar después de que se encontrara el cuerpo. "Era una chica amable, que salía bastante", según Rosario, que se la cruzó alguna vez cuando Concepción volvía de hacer la compra.

La policía tomó ayer declaración al novio y al hermano. Los agentes descartaron, en principio, que se tratara de violencia de género o de un crimen tras un robo. La vivienda estaba en orden. Estuvieron todo el día en la casa antes de llevarse el cadáver. Envuelto en una sábana sobre una camilla, el cuerpo de Concepción García entró en el furgón funerario casi a las diez de la noche.

Por otro lado, otras dos personas, una pareja de ancianos, fueron hallados ayer por la mañana muertos de forma violenta en su domicilio de una colonia militar situada junto al Paseo de Extremadura. La policía no facilitó datos, porque una de las hipótesis que barajaba era el suicidio.