Obama pone fin a la alianza militar de Bush con la Europa del Este
Rusia celebra como un triunfo diplomático el giro de Washington - La decisión facilita otro pacto para reducir las armas nucleares
El presidente de EE UU, Barack Obama, enterró ayer el proyecto para instalar un escudo antimisiles en Polonia y la República Checa ante la rebaja de la amenaza de Irán. La decisión es la mayor ruptura entre la nueva Casa Blanca y la Administración de Bush, y el fin de una alianza militar con Europa del Este que se forjó tras la caída del muro de Berlín. Esta alianza se afianzó durante la guerra de Irak, cuando los antiguos satélites soviéticos apoyaron sin fisuras -junto a Reino Unido, España e Italia- la invasión estadounidense pese al rechazo de Francia y Alemania. Para Bush fue una prueba de la división entre la vieja y la nueva Europa.
La decisión de Obama es también una victoria diplomática para Rusia, que siempre vio el escudo como una amenaza para su hegemonía oriental pese a la insistencia de Washington de que el despliegue era para protegerse de Irán. El Kremlin celebró el giro estadounidense y destacó que será muy útil para que ambas potencias renueven el pacto para reducir armas atómicas.
La crisis económica, como no podía ser menos, ha tenido mucho que ver. Ni Obama podía costear el escudo ni Moscú producir más misiles para plantar cara a la afrenta.
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