Brotes de recesión social

En estos días empieza un nuevo curso en todas las etapas previas a la Universidad y en ésta, también en breve se pondrá en marcha la actividad docente, empezando con la solemne apertura del curso académico. Siempre que empieza un nuevo curso, se señalan las novedades respecto a los cursos anteriores. Este año hay una novedad fundamental que lo constituye el hecho de que Galicia tiene un nuevo gobierno y por tanto se puede ver en la práctica cuales son sus primeras medidas en el campo de la Educación.

Si se atiende a la propaganda institucional, una de las principales medidas del gobierno es la aplicación de la llamada "gratuidad solidaria" de acuerdo con la terminología gubernamental. De acuerdo con ella, se consigue pasar de una situación donde ninguna familia tenía necesidad de gastar dinero en la compra de libros a otra en que el 75% de las familias tendrán que pagar parte o todo el importe de los libros.

La supresión de la gratuidad de los libros es un ensayo para luego acometer otros recortes

Para ser más exactos, de los 221.000 alumnos de enseñanza obligatoria, 91.000 tendrán que pagar la totalidad, 75.000 tendrán que pagar alrededor de 100 euros y solamente 55.000 tendrán los libros gratis. Si se analiza con más detalle la medida se observa que se introduce el concepto de medio-mileurista, dado que sólo las familias que tengan una renta por cabeza un poco más de 500 euros mensuales tienen derecho a la gratuidad total.

La gratuidad de los libros de texto hacía que la Educación hasta los 16 años fuese un derecho universal en el sentido más general del término, con gratuidad total tanto en el transporte como en los libros. En la propaganda de la Consellería de Educación, se argumenta que la medida es de justicia dado que es injusto pagar los libros a los ricos. El argumento es débil, puesto que además de considerar ricos a los que sólo ganan más que los medio-mileuristas, que son los únicos que no van a pagar nada, si se fuese consecuente, el razonamiento se debería extender a la gratuidad de la Educación y de la Sanidad, exigiendo que tanto una como otra sea pagada totalmente o parcialmente por las capas pudientes de la sociedad. No hace falta decir que el Gobierno del Partido Popular no va por ese camino. Esta medida constituye una primera rotura de un derecho universal. Es un primer paso, como si fuese un brote verde de una posible recesión social

Esta medida no estaba en el programa del Partido Popular, que propugnaba un cambio en el modelo de gratuidad de los libros de texto, no de la gratuidad de los libros de texto. La medida es un ensayo y tanteo, que intenta ver cuál es la respuesta social y dependiendo de ésta acometer otros recortes sociales o si se quiere usar la terminología gubernamental, acometer otra acción solidaria. Debido a este cálculo, la acción se hace en varios años. No todas las familias tendrán que comprar los libros este año, sino aproximadamente una cuarta parte de las que lo harán finalmente después de tres años, para que de esta manera sea menor la respuesta social.

No es ésta la única medida nueva en este curso que se inicia. Por primera vez en muchos años, no han salido oposiciones de profesores de secundaria y bachillerato. La disminución de profesores que va a haber este año se calcula en más de 500 y probablemente cerca de 1.000. Esto va a tener efecto en el número de alumnos por aula, sobre todo en áreas de crecimiento como son las zonas alrededor de A Coruña, Santiago y Vigo e igualmente habrá una merma en el profesorado de refuerzo, necesario para recuperar a alumnos con dificultades en el aprendizaje. También se anuncia una reducción de grupos en las Escuelas de Idiomas como una consecuencia de la reducción del profesorado. La teoría del trilingüismo amable no se aplica en este caso y la generalización del aprendizaje del inglés tampoco.

En universidades, el curso empieza con la implantación de muchas titulaciones adaptadas al espacio europeo de enseñanza superior. Sin embargo, la financiación de las universidades tendrá que esperar. Sobre Investigación y Desarrollo, el Gobierno gallego apenas habla y sus actuaciones hasta ahora han sido escasas. Ojalá, que simplemente sea debido a que está aterrizando todavía

En el ámbito educativo, los que están muy contentos son los colegios del Opus Dei, dado que el Gobierno revocó la decisión del bipartito de no continuar los conciertos dado que segregaban por razón de sexo. El presidente de la Xunta alegó que ya el tribunal de Asturias dio la razón a los colegios en una situación análoga, cuando lo que se hizo fue suspender cautelarmente la decisión hasta un pronunciamiento definitivo.

Quien sí se ha pronunciado ha sido el Supremo que ratificó la suspensión de los conciertos en un caso similar. En el caso de los colegios del Opus no había dificultades económicas para afrontar un gasto de varios millones de euros. Como vemos, la Educación ha sido escogida como campo de experimentación de políticas, que sin complejos recortan derechos sociales. Después, dependiendo de la respuesta, vendrán otras, ya apuntadas, que consolidarán los brotes verdes de recesión social.