La prostitución divide al bipartito

Barcelona propondrá aumentar las dotaciones policiales en la calle para controlar mejor el orden y los conflictos, como el reciente episodio de la prostitución callejera, a la Junta de Seguridad Local, que preside el alcalde, Jordi Hereu, y en la que están todos los cuerpos policiales. El acuerdo lo tomaron ayer tres partidos del Consistorio: PSC, CiU y ERC. Iniciativa per Catalunya (ICV), socio de Hereu en el bipartito, se desmarcó de la propuesta porque no comparten que los problemas de convivencia se resuelvan con más policía y, sobre todo, porque esa misma propuesta aludía a que, visto el panorama, la ordenanza de civismo -la que sanciona la oferta y demanda de la prostitución en la calle en determinados supuestos- se debe aplicar mejor. "No nos sentimos cómodos con la ordenanza del civismo [votaron en contra cuando se aprobó] y por coherencia no apoyamos la propuesta", argumento Ricard Gomà (ICV), segundo teniente de alcalde. La posición de ICV molestó a CiU, que por boca de Joaquim Forn recriminó a los socialistas que echen mano de la oposición cuando ICV les deja en la estacada: "¿Nos pueden decir quién gobierna?".

El reciente conflicto de la prostitución callejera está focalizando todas las comisiones municipales. Lo hizo el martes, cuando hubo acuerdo para iniciar una campaña de sensibilización con el fin de disuadir a los clientes de la prostitución y ampliar los recursos de la agencia municipal que presta ayuda a las mujeres que intentan salir de ese mundo. Ayer prosperó el acuerdo de dotar a la ciudad de más plantilla policial y hoy se centrará en el tema la comisión de seguridad, donde la oposición reiterará sus críticas a la falta de coordinación con los Mossos d'Esquadra. Lo que no consiguió ayer el Partido Popular es que el equipo de gobierno modifique la ordenanza de civismo para prohibir la prostitución callejera. Su propuesta contó con CiU como aliado, pero tanto los socialistas como los republicanos les recordaron que algo así depende de "leyes generales".