"Nuestra asignatura pendiente es hablar idiomas"
Cuando una delegación española encabezada por el ministro Miguel Sebastián visitó India después de los atentados de Bombay el año pasado, Carmen Rodríguez Díaz estaba allí; cuando hubo que negociar los contratos de petróleo con Irak tras la guerra del Golfo, también estuvo allí; cuando el rey Juan Carlos o el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vuelan a países del Tercer Mundo o en vías de desarrollo, anda por ahí... No es que sea una especie de ángel de la guarda de los líderes españoles, aunque en materia comercial casi. Desde hace 25 años se dedica a abrir mercados por el mundo y en la actualidad preside P4R, sociedad estatal de comercio exterior que se dedica al asesoramiento y a ejecutar las encomiendas del Ejecutivo para la expansión internacional de las empresas españolas.
La presidenta de P4R lleva 25 años obteniendo contratos de comercio exterior
P4R es el acrónimo de la apertura española de ajedrez peón-cuatro-rey, conocida mundialmente desde que en el siglo XVI la divulgó el ajedrecista español Ruy López de Segura. "La apertura española se caracteriza por su activismo para mantener la iniciativa; es decir, la misma que debe tomar la empresa española para su expansión comercial exterior", afirma Rodríguez. La denominación fue idea de Fernando Beltrán, el poeta-creador de nombres al que Rodríguez le encargó la búsqueda de una identificación cuando se decidió cambiar el nombre de Expansión Exterior, empresa resultante de la fusión de las antiguas Sirecox y Focoex. A finales de 2006 acertaron con el hallazgo de P4R.
Lo explica con voz tenue, de mujer discreta, mientras degusta el salmón que se ha servido en la alacena. Aunque luego se especializaría en Relaciones Internacionales, cursó Ciencias Exactas y se diplomó en Toulouse, ciudad a la que se trasladó de niña siguiendo el exilio de su padre, el dirigente socialista Máximo Rodríguez. Esa circunstancia la convirtió en una joven protagonista en el Congreso del PSOE en Suresnes que encumbró a Felipe González y Alfonso Guerra al hacer de intérprete de François Mitterrand.
A estas alturas se lo sabe todo de comercio exterior. Muchos de los éxitos de empresas españolas se deben a ella y a gente como ella. La labor principal de P4R, que ya cumple 59 años en sus diferentes fases, consiste en abrir puertas y facilitar la expansión a las entidades. Sabe que "es un reto en el que España siempre debe superarse". Y, aunque reconoce que se ha mejorado sustancialmente, encuentra un obstáculo casi ancestral: "El dominio de idiomas es clave para triunfar en los mercados externos, es nuestra asignatura pendiente".
La tarea implica habilidad para manejarse con administraciones de todo tipo y condición en los países que se mueve, en muchos casos zonas muy calientes del planeta. Es decir, hacer política, además de empresa. Por ejemplo, cuando apoyó que la misión comercial española mantuviese "el compromiso de viajar a Bombay a pesar de la psicosis internacional por los atentados". "No se creían que iríamos porque otros países suspendieron sus visitas. El gesto fue enorme y lo apreciaron muchísimo. Los medios lo recogieron como un acontecimiento", señala.
Su predilección es África con cariño especial a Uganda, en cuyo desarrollo ha participado en los últimos 20 años, y se lamenta de que sea "un continente ¡tan olvidado!".
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