Las precipitaciones descienden este verano a la mitad en todo el País Vasco

A falta de una semana para que termine el verano, los bosques alaveses, sobre todo en la Llanada y en las estribaciones del Gorbea, presentan el aspecto que deberían tener en noviembre. Encinas, hayas o robles han perdido la mitad de su follaje y el que conservan, amarillea. Es el efecto del stress hídrico que sufren estos ecosistemas debido a la ausencia de precipitaciones que se ha reducido en todo el País Vasco en este periodo estival de 2009 al 50% de la media con la que trabajan los meteorólogos, la del periodo que va de 1971 a 2000. Esta situación ha llevado a la Agencia Vasca de Meteorología-Euskalmet a calificar este verano en su informe provisional de "estación muy seca".

La proximidad al mar de Guipúzcoa y Vizcaya reducen el efecto de sequía

"No se alcanzan las magnitudes que llevarían a calificarlo de sequía, término por otra parte muy relativo, pero sí se constata, sobre todo en Álava, la crudeza del estío, sin apenas lluvias", explica Santiago Gaztelumendi, coordinador de Euskalmet. Las elevadas temperaturas de la segunda mitad de agosto y el viento solano han acabado por rematar una situación medioambiental grave, como reflejaron los incendios de finales de julio, la mayor devastación por fuego de los últimos 20 años, con 1.180 hectáreas calcinadas.

Ese riesgo de incendios se mantiene a día de hoy. Los bosques de encinas y carrascas ya sufren otras plagas menos visibles y dañinas. Es el caso de la seca, una enfermedad producida por una especie de hongo, la phytophthora, que ataca las especies de hoja caduca. "En Álava, zona de transición entre los climas mediterráneo y atlántico, se están viviendo las consecuencias de este déficit de lluvias, que lleva a un empobrecimiento de los ecosistemas, con la pérdida en determinados lugares de las especies más vulnerables, como el roble", apunta Gorka Gaztelumendi, del Centro de Estudios Ambientales del Ayuntamiento de Vitoria.

Aunque las precipitaciones de este verano se han reducido a la mitad en todo el territorio vasco, Guipúzcoa y Vizcaya se salvan de los efectos de una estación muy seca, gracias a su vecindad con el mar Cantábrico. De este modo, las diferencias, según la zona, son notables: 225 milímetros cúbicos/hora se recogieron en la estación de Ereñozu (Hernani), 100 mm/h en Deusto (Bilbao) mientras que en Páganos (Rioja Alavesa) la cantidad se redujo a 31 mm/h.

Y en sentido contrario, según Euskalmet, han corrido las temperaturas: a menos lluvia, más calor. En este sentido su informa señala que "la estación estival se ha comportado de manera muy cálida, llegando a extraordinariamente cálida en Bilbao y Vitoria", si se atiende a la media del periodo 1971-2000. La temperatura ha subido un 1,5º respecto a la media habitual en estos meses en el País Vasco, un fenómeno que caracteriza cuatro de los últimos ocho años.