Salida forzada tras el órdago
Una y otra vez desde hace meses los concejales del PSOE de Benidorm pidieron a la dirección federal autorización para presentar una moción de censura y siempre oyeron la misma respuesta: no. Y no porque, según el PSOE, no vinieran cargados de razones tales como el enfrentamiento entre los propios concejales del PP -entre los partidarios de Camps y los de Zaplana- o hechos tan insólitos como que hasta hace un mes la tránsfuga socialista que dio la alcaldía a Zaplana en 1991 cobraba 3.000 euros mensuales como cargo de confianza del alcalde. O que el PP ha ganado mociones de censura con tránsfugas en los ayuntamientos de Denia, Calpe, La Vila Joiosa y Vall de Laguart, sin que la dirección haya tomado medidas contra ellos. Ferraz les dijo que no podía avalar la moción y que si seguían adelante les abriría expediente y procedería a su expulsión del partido. Fuentes próximas a Leire Pajín dicen que el trámite fue aún más doloroso, porque ella misma hubiera tenido que tramitar el expediente de expulsión de su madre. Además, el líder del PSPV, Jorge Alarte, hubiera quedado en situación de debilidad.
Según esta versión, los concejales, pese a todo, dejaron claro a la dirección federal que presentarían la moción y, literalmente, que "entre la ciudad y el partido, optaban por la ciudad". Por eso, ante lo irremediable, se buscó una salida lo menos traumática posible al órdago: fueron forzados a comunicar la baja del partido en el momento de anunciar la moción. De esa forma, Pajín y la dirección del PSOE quedarían limpios de la acusación de violar el pacto antitransfuguismo. Y la número tres del partido alaba que los concejales, incluida su madre, renuncien a muchos años de militancia para no perjudicar al partido.
El PSOE decidió responder con un comunicado, que justifica la moción pero la desautoriza, y a través de Antonio Hernando para tratar el caso como cualquier otro. Pajín sólo habló una horas antes en Radio Nacional, advirtiendo de que "el pacto antitransfuguismo afecta a todos los militantes de este partido, se llamen como se llamen o vivan donde vivan". Al PSOE le queda ahora cumplir el Pacto Antitransfuguismo y no volver a presentar en las próximas municipales a los concejales que han violado el pacto.
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