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AL CIERRE
Columna
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Tarradellas

Parece ser que uno de los escollos que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto ha de sortear es que en él Cataluña se declara nación. Esto me remueve la memoria. Hacía poco que Tarradellas había regresado del exilio, en 1977. La Ley Fundamental española, en un prodigio de equilibrio consensuado, hablaba de nación diciéndolo sólo de España, pero reconocía las nacionalidades históricas, a las que correspondería un régimen autonómico especial. Semánticamente no hay diferencia entre nación y nacionalidad, y uno se pregunta si el "café para todos" de Suárez, ley no escrita del Estado de las autonomías, no habrá sido todo él inconstitucional. Me invitaron por aquel entonces a un simposio de Pax Romana, el movimiento internacional de intelectuales cristianos por la reconciliación, que reunió en Madrid a tres delegaciones, madrileña, vasca y catalana, sobre el papel de la Iglesia en el problema de las nacionalidades hispánicas. Presidía el recientemente fallecido Joaquín Ruiz-Giménez, que había sido presidente internacional de Pax Romana, y sucedía al catalán Ramon Sugranyes de Franch. En el café del primer descanso, una ilustre congresista madrileña me espetó: "¡Vaya gol que os hemos metido con Tarradellas!" Le respondí, más o menos: "Pues sí, ha sido una gran jugada de Suárez, y a muchos nos desagrada que después de haber hecho toda la campaña electoral exigiendo el restablecimiento de la Generalitat y el retorno de Tarradellas, él prescinda de los partidos catalanes, pacte con Suárez y regrese vía Madrid, pero aunque vosotros creéis que los catalanes sólo vamos tras la pela, nos importan mucho los valores morales, y algo es que al bajar Tarradellas del avión en Barajas un pelotón le presentara armas y un capitán, en catalán, le diera la novedad tratando de president al sucesor del que fusilasteis".

"Una nación es, por ejemplo, Cataluña", explicó el 'president'

La operación no le salió a Suárez tan barata como se imaginaba. Por aquellos mismos días en una tertulia radiofónica sesudos especialistas en Derecho Constitucional debatían qué es una nación. Telefonearon a Tarradellas y la respuesta del presidente fue directísima: "Una nación es, por ejemplo, Cataluña".

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