La Academia cierra filas con Barreiro tras sus críticas a la política de la Xunta

"La gente estaba esperando una reacción de la Academia", conviene Antón Santamarina, antiguo director del Instituto da Lingua Galega. "Pero lo que dijo Xosé Ramón Barreiro Fernández en Celanova es lo que dice el manifiesto de la RAG en la víspera del Día das Letras, aunque recibiese menos publicidad". La Academia dijo entonces que no avalaría en ningún caso políticas desprotectoras del idioma. En Celanova, delante de Feijóo, Barreiro criticó la toma de decisiones en materia lingüística "a espaldas de la RAG", e imputó al actual Gobierno "la crispación social" respecto de la lengua.

Santamarina actualizó el problema: "A la Academia no se le consulta nada desde julio". Ni sobre la confección de la encuesta sobre el gallego (en junio) ni sobre la reforma de las antiguas galescolas. "Y por ley deben consultar a la Academia", recordó, aunque no sea vinculante. El presidente de la Xunta insistió ayer en que pedirá "opinión a las instituciones" en la reforma del decreto sobre el gallego en la enseñanza. Pero su modificación ya no será en septiembre, como había anunciado Educación, sino "a final de año", según dijo ayer el presidente en la Cadena SER.

Feijóo afirmó que no ha entendido las palabras del presidente de la RAG como "una recriminación" a su Gobierno, y se preguntó "quién crea crispación". Antes, el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, había afirmado que el conflicto lingüístico "no existe", sino que "lo están creando personas interesadas en que lo haya".

Que la Academia no se siente involucrada, como le compete por Real Decreto y por la Lei de Normalización Lingüística, lo corroboraron ayer todos los consultados. "No es sólo normativización, sino regulación y expansión del idioma", recalcó Ferrín. Desde Freixanes a Manuel Rivas, los académicos arroparon a su presidente. Según resume el secretario de la RAG, Xosé Luís Axeitos, "el domingo fue un gran día para todos los gallegos de bien; se dijo lo mismo que decían Curros y Murguía en 1906".

El diputado socialista Francisco Cerviño tachó de "irresponsable, oportunista e imprudente" la actitud de Feijóo. Para el portavoz del BNG en el Parlamento, Carlos Aymerich, que sea la institución académica la que "tenga que encender las alarmas", demuestra "hasta qué punto el PP está poco comprometido con este país".