Clausurado un geriátrico que no tenía ni enfermera

La Generalitat ha clausurado un geriátrico de Vallirana (Baix Llobregat) que incumplía casi todos los requisitos exigidos a ese tipo de centros. Los 13 ancianos que hasta hace una semana vivían en la residencia El Sol pasaban el día sin nada que hacer, comían a horas inapropiadas y ni siquiera recibían los cuidados obligados de una enfermera, según explicaron a este diario fuentes del caso y confirmó un portavoz del Departamento de Acción Social y Ciudadanía.

Después de cuatro inspecciones -la primera, el pasado mes de febrero- el departamento decidió cerrar la residencia el 31 de agosto. Los mayores fueron realojados en centros de titularidad pública al día siguiente, pero las seis trabajadoras de El Sol -todas ellas, auxiliares de clínica- no regresaron al centro hasta ayer. Están preocupadas por su situación laboral y esperan que el responsable del centro, Delfín G. L., les explique lo ocurrido.

La resolución de los inspectores detalla las numerosas irregularidades de El Sol: ausencia de calefacción, mantenimiento deficiente de las instalaciones y del mobiliario, mal funcionamiento de los timbres de llamada -sirven para que los ancianos pidan ayuda en caso necesario-, falta de supervisión de los menús, horario inadecuado de las comidas y ausencia total de actividades programadas.

Nada que ver con la publicidad de El Sol que aparece en Internet, donde se dice que el centro cuenta con enfermería, servicio médico propio, dieta personalizada y "manualidades, coro, fiestas y baile", entre otros servicios. Todo, por 35 euros al día.

Las deficiencias fueron halladas ya en la primera inspección, que se inició de oficio. En seis meses, sin embargo, el propietario no efectuó ninguna de las mejoras exigidas. "No es sólo que se incumplan los requisitos; es que hay una dejadez evidente", explicaron fuentes del caso. Delfín G. L. empieza a ser un hombre conocido entre los inspectores. En el último año, Acción Social ha cerrado otros dos geriátricos regentados por este hombre, uno en Vallirana y otro en Collbató, también en el Baix Llobregat.