Jerez sufre otro revés con el cierre de la histórica fábrica de botellas
El final de la planta se suma a la caída de lo sectores del azúcar y el vino
El sector industrial de Jerez sufre un nuevo mazazo: el cierre de la fábrica de botellas de la ciudad y de sus 114 años de historia. La multinacional Saint Gobain Vicasa ha anunciado al comité de empresa la desaparición inminente de la emblemática planta, que emplea de manera directa a 170 personas, cifra que alcanza los 250 trabajadores si se añaden las empresas auxiliares.
A la espera de que Vicasa oficialice su decisión ante la autoridad laboral -algo que, según aclaró ayer el consejero de Empleo, Antonio Fernández, aún no ha ocurrido-, la plantilla y los sindicatos UGT y CC OO ya han programado un calendario de movilizaciones que se inicia esta tarde para tratar de frenar el cierre de uno de los pocos centros de producción industrial que queda en la ciudad.
El Ayuntamiento recalificó en junio los terrenos de la factoría
De hecho, en sólo unos años, los tres focos industriales del municipio (azúcar, vino y vidrio) se han visto más que afectados. La Organización Común del Mercado (OCM) del azúcar ha fulminado una de las dos plantas molturadoras de la comarca; los excedentes de vino de Jerez y la caída de las ventas han llevado al sector a exigir ayudas públicas para promover una reconversión de la actividad que garantice el futuro de la denominación vitivinícola; y, en cuestión de horas, la propietaria de la fábrica de botellas de la localidad, con una producción anual de 70.000 toneladas de vidrio, ha anunciado, a través de su bufete de abogados, la extinción de la factoría.
El consejero de Empleo, Antonio Fernández, mostró ayer su rechazo al anunciado cierre y advirtió de que la Administración no apoya decisiones patronales unilaterales. Para la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez (PSOE), la decisión de Vicasa es "incomprensible, injusta y equivocada", máxime cuando la multinacional firmó el pasado 25 de junio en el Ayuntamiento un convenio en el que se comprometía a trasladar la fábrica a las afueras del municipio para modernizar las instalaciones y ampliar la producción hasta las 130.000 toneladas, 60.000 más que las que registra en la actualidad. A cambio, el gobierno municipal aprobó en sesión plenaria, con el rechazo en bloque de la oposición, la recalificación de los terrenos sobre los que se asienta la planta. Con los beneficios de la explotación urbanística del suelo, ubicado junto a la céntrica estación de trenes, la multinacional pretendía financiar la remodelación de su actividad en Jerez.
La oposición coincide en afirmar que Vicasa sólo ha querido sellar un "pelotazo urbanístico". Mientras, la regidora jerezana subrayó ayer que el convenio suscrito recoge, en hasta cinco ocasiones, que la recalificación sólo tendrá efecto si Vicasa mantiene la actividad en Jerez.
La dirección de Vicasa se reunirá el miércoles con el comité de empresa y con la alcaldesa, que ya ha promovido un frente común contra el cierre.
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