8.000 alumnos más en las aulas

El nuevo curso escolar 2009-2019, que ayer arrancó en las haurreskolak (para niños de cero a tres años) y que el próximo martes se pone en marcha en el resto de etapas, va a contar con 8.000 alumnos más. Las razones de este aumento hay que buscarlas en el sostenido crecimiento de la natalidad en la comunidad en los últimos años (que alimenta la etapa de Educación Infantil), el permanente flujo de inmigrantes (que se reparten en Infantil y Primaria) y el impacto de la crisis. La recesión económica ha propiciado el regreso a las aulas de más de 2.000 alumnos mayores de 16 años que habían salido del sistema educativo en su momento, cuando aún era relativamente fácil encontrar un trabajo. Eso supone que uno de cada cuatro nuevos alumnos forma parte de este colectivo. La consejera de Educación, Isabel Celaá, presentó ayer el curso 2009-2010, que incluye como principales novedades la apuesta por la digitalización plena de las aulas y el impulso al aprendizaje del inglés. Estas son las principales claves del curso que comienza.

El programa de préstamo de libros se extiende a 5º y 6º cursos de Primaria

La crisis obliga a volver al sistema educativo a más de 2.000 jóvenes

- Préstamo de libros. El programa de préstamo de libros en la escuela pública se extiende a 5º y 6º de Primaria; serán 20.000 alumnos más que se suman a los 37.000 de los cuatro cursos anteriores que ya estudian con libros heredados. Con este paso, se completa la etapa de Primaria. Los padres deben realizar una aportación de 25 euros. Este programa de préstamo es una de las escasas iniciativas que el departamento anterior, dirigido por Tontxu Campos (EA), puso en marcha y contó con el apoyo del PSE, que ahora dirige Educación.

- Escuela 2.0. Con el nuevo curso llegarán a las aulas de 5º de Primaria el proyecto Escuela 2.0, en el que el departamento va a invertir 13 millones de euros para digitalizar las aulas. El proyecto incluye el reparto de un portátil a todos y cada uno de los estudiantes de 5º de Primaria de las redes pública y concertada y a sus tutores, lo que supone alrededor de 20.000 terminales. Además, esas aulas contarán con una pizarra digital y videoproyectores. La digitalización plena se retrasará hasta febrero, cuando todos los alumnos dispongan de manera efectiva del portátil. La formación tecnológica del profesorado, que se acometerá a lo largo de los próximos tres meses, y la preparación de materiales didácticos acordes a la nueva realidad son los otros dos elementos clave para que el proyecto llegue a buen puerto.

- Siguen los modelos. Después de la fracasada reforma de los modelos lingüísticos en la pasada legislatura, el curso comienza de nuevo con las tres líneas de enseñanza de siempre: A (castellano), B (bilingüe) y D (euskaldún). Aparcado por ahora ese debate, la intención de la consejería es reforzar la presencia del euskera en el modelo A, donde en este momento la lengua vasca es una asignatura más. La idea es que se emplee como lengua vehicular en materias que no sean troncales. Cada colegio, de acuerdo con su autonomía, debe revisar cuáles son esas materias. Para octubre se prevé que estén aprobadas las modificaciones del currículo de la enseñanza obligatoria (Primaria y Secundaria) y de los decretos de Infantil y Bachillerato en lo que se refiere a la consideración del euskera como la lengua principal. El departamento suprimirá esa consideración (un legado de la anterior consejería) y situará al castellano y el euskera en pie de igualdad. Los colegios concertados que eliminaron al vislumbrar los propósitos de Campos no van a volver a instaurarlo, al entender que la demanda social no va por ahí. El Gobierno garantiza que los padres podrán elegir el modelo A si lo desean, pero no el centro educativo, ya que no hay recursos económicos para dotar a todas las escuelas de las tres líneas de enseñanza. A la espera de la propuesta sobre el modelo trilingüe (podría llegar en primavera, aunque antes de aplicarla habrá que experimentarla durante al menos dos o tres años), todo sigue igual en los modelos.

- La red pública gana cuota. De los 8.000 nuevos alumnos que llegan a las aulas este curso, cerca de 5.000 van a parar a la red pública, lo que le permite ganar cuota y prácticamente igualar a la concertada en el reparto total del alumnado (49,7% frente al 50,3%). Por modelos lingüísticos, la tendencia a crecer del D se mantiene; sobre todo, en las etapas de Educación Infantil y Primaria.

- Reforma educativa. De acuerdo con la normativa básica, los alumnos de primero de Bachillerato que tengan tres o cuatro suspensos podrán optar entre repetir el curso o matricularse sólo de esas asignaturas.

- Gripe A. La pandemia de la gripe A no va a alterar el calendario académico de Euskadi. Los escolares tendrán una tarea añadida: lavarse las manos a conciencia durante la jornada lectiva. Todos los alumnos contarán con un folleto donde se explican las características de la enfermedad y cómo afrontarla. A los padres se les entregará una carta con recomendaciones.