Un accidente de tráfico destapa el transporte de 1.600 kilos de hachís

Un accidente de tráfico ocurrido el pasado miércoles permitió que la Ertzaintza descubriese uno de los mayores alijos de hachís incautados en los últimos años en el País Vasco, lugar habitual de paso de la mercancía, llegada a la península desde Marruecos, de camino hacia Francia. Un varón de 35 años fue detenido en la N-I a la altura de Asparrena (Álava) tras volcar su furgoneta y quedar parte del cargamento de 1.600 kilos de hachís esparcido por la calzada.

Alrededor de las seis de la tarde, según informó ayer el Departamento de Interior, una furgoneta Mercedes, con matriculas falsas, circulaba en sentido Irún por la N-I cuando el conductor perdió el control por causas desconocidas y volcó su vehículo.

Los agentes de la Unidad de Tráfico que acudieron al lugar pudieron comprobar que el conductor resultó herido leve y que los fardos desparramados por la carretera contenían resina de cannabis. Tras comunicarle su detención y llevarle a un centro hospitalario para ser atendido de sus lesiones, el detenido fue conducido a dependencias de la Ertzaintza en Vitoria, donde quedó a la espera de pasar a disposición judicial.

La venta de la mercancía en el mercado negro hubiese generado varios millones de euros. El modus operandi habitual de quienes se aprovechan de la no existencia de controles fronterizos en el espacio Schengen suele incluír el uso de vehículos lanzadera para avisar al transportista que el camino está despejado y el uso de matriculas dobladas. En diciembre del pasado año, la policía autonómica desmanteló una red de tráfico de hachís tras la detención en Orio de un varón de 37 años, de nacionalidad francesa con 700 kilos de esta sustancia en su todoterreno. Poco después encontrarían otros 500 en un garaje.

Uno de los mayores alijos encontrados de esta droga en los últimos años, dos toneladas escondidas en un camión, fue descubierto en Irún en febrero de 2008. En febrero de 2005, un narcotraficante que llevaba una tonelada de hachís circuló hasta ocho kilómetros en sentido contrario para esquivar un control antiterrorista rutinario. Su temeridad le costó la vida a dos jóvenes.