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Reportaje:agenda

El píxel es bello (y divertido)

Un diseñador bilbaíno edita un videojuego para ordenadores de hace 25 años - Miles de personas se han descargado la versión 'on-line'

¿Qué mueve a alguien en 2009 a crear un videojuego con estética y características técnicas delos ochenta? ¿Y qué hace que miles de personas jueguen con él? Jon Cortázar (Bilbao, 1978) no cree que sea ningún enigma: es la nostalgia, aunque nostalgia e informática no suelan aparecer juntas. "Los videojuegos tienen más de treinta años. Nosotros nacimos con ellos, y al igual que nuestros padres cuentan que de pequeños jugaban a las tabas, nosotros añoramos las partidas al Galaxian", dice. Este diseñador gráfico es el creador de La Corona Encantada, un juego programado para ordenadores de hace 25 años y que desde hace un mes está disponible también en Internet.

Los aficionados a los juegos vintage no se conforman con desempolvar sus viejos ordenadores Spectrum o MSX; organizan encuentros, tienen prensa especializada y siguen creando títulos. La Corona Encantada no es el primer videojuego que se produce para los viejos microordenadores desde que dejaron de fabricarse. Pero sí es el primero en recrear fielmente todas sus características y no sólo las técnicas: el cartucho, la caja, las instrucciones... "La carátula es de Azpiri", destaca Cortázar, que casi no se cree aún que este historietista madrileño -el mismo que dibujaba casi todas las portadas en los ochenta-, accediera a ilustrar su creación. "Cuando era pequeño soñaba con idear mi propio videojuego", recuerda. Su carrera profesional como diseñador le llevó a reencontrarse con su vocación del colegio y con unos productos cuya estética es ahora objeto de culto. "Mis diseños se basan en esa sencillez, en que se vea el píxel", explica. Desde 2003, Cortázar compagina su trabajo en una agencia de publicidad con la producción de videojuegos retro. Ha programado ya 15 títulos.

Cortázar ha recreado también el envase de un auténtico juego de los ochenta
"Internet y los juegos para móviles han potenciado el videojuego retro"

La crítica ha dicho de su última creación -que ha contado con un presupuesto de 3.000 euros- que es el "retorno de la edad de oro del videojuego español". Cortázar lo ve más como un homenaje a una época en la que España estaba a la altura de Japón o Reino Unido en esta industria. Tras ser arrollados por los gigantes asiáticos y norteamericanos, los pequeños fabricantes locales subsisten diseñando juegos para móviles. Cortázar cree que precisamente la popularización de estos juegos sencillos, muchos de ellos remakes de títulos clásicos, puede haber despertado en muchos la nostalgia. "Los juegos de ahora buscan la simulación. Antes se sacaba juego de las limitaciones y contaba más la habilidad y la diversión".

La Corona Encantada ha vendido algunos cientos de copias de sus versiones en cinta y cartucho. Es un producto "para coleccionistas", aunque cuesta menos de 20 euros. La versión on-line ha recibido, sin embargo, miles de descargas en un mes. Lo viejo y lo nuevo se alían. Cortazar explica que Internet "ha contribuido a la afición al videojuego retro".

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