Los responsables del teatro y la danza se elegirán por concurso
Cultura prescinde de Cristina Domínguez y Natalia Balseiro
El Centro Dramático Galego (CDG) suele publicitar su programación en septiembre, pero esta temporada habrá que esperar. El gerente de la Axencia Galega das Industrias Culturais, Juan Carlos Fasero, confirmó ayer que las responsables del CDG, Cristina Domínguez, y del Centro Coreográfico, Natalia Balseiro, dejarán su puesto la semana que viene, tras recibir el martes una carta de preaviso de despido. Ninguna quiso hacer declaraciones.
La "nueva idea" que anunció Fasero consiste, como en el caso del Centro Galego de Arte Contemporánea, sin director desde junio, en someter las plazas a concurso público. "Daremos un plazo para que se presenten los proyectos y un tribunal los valorará", concretó Fasero, que calculó que las bases del concurso estarán publicadas "como mucho en octubre", en la idea de que el CDG reanude su actividad a comienzos de 2010, "aunque estas cosas hay que hacerlas con calma". En julio, Cultura anunció que mantendría a Domínguez hasta final de año, con vistas a estructurar la temporada. El primer montaje apalabrado era As actas escuras, dirigida por Xulio Lago sobre texto de Vidal Bolaño, que ahora se suspende "temporalmente", según Fasero, quien añadió: "En principio no se suspende nada, pero al llegar a un sitio las cosas cambian". Agadic asegura que la temporada 2009-2010 del CDG empezará "como mucho, con un retraso de dos meses".
Xulio Lago: "Es una falta de respeto y responsabilidad institucional"
No es lo que opina el grueso del sector, que ve peligrar la programación del teatro institucional. Para Xulio Lago, de entrada, el problema son las 20 personas que tenían previsto comenzar, el 9 de noviembre, los ensayos de As actas escuras, para estrenar en enero. "Es una falta de respeto y responsabilidad institucional", critica. "El CDG queda sin directora y sin programación, con profesionales que rechazaron ofertas para ser contratados por el CDG de noviembre a marzo. Si era así, a Cristina [Domínguez] ya se lo podían haber dicho hace un mes". "Un cachondeo", resumió el actor Xosé Manuel Olveira, Pico, que eligió encarnar al cura protagonista de As actas... cuando tenía una oferta de Mario Gas en el Teatro Español de Madrid. Si Agadic alega que no hay "contratos firmados", el responsable de Escena Galega, Ernesto Chao, precisa que esos acuerdos se firman "antes de los ensayos" y urge a Industrias Culturais a "convocar esa plaza cuanto antes y respetar la programación del CDG hasta final de año". "La existente y la pactada", añade, "como cuando Domínguez sustituyó a Ánxeles Cuña al frente del CDG".
Para Eduardo Alonso, primer responsable del CDG hace 25 años, el retraso de dos meses que calcula Agadic le parece "demasiado optimista". El concurso público no le parece "ni bueno ni malo en sí mismo". "También los gerentes de los organismos públicos pueden elegirse por concurso. Lo que me parecería grave es que no se montase As actas".
Una obra que nunca se representó
Roberto Vidal Bolaño (1950-2002) le dieron el Premio Xacobeo en 1992 por As actas escuras. Se llevó el dinero, pero no llegó a verla representada, aunque las bases del premio incluían montaje y edición. A falta de saber qué pasará con la adaptación de Xulio Lago, hasta esta semana apertura del curso 2009/2010 del Centro Dramático, uno de los discípulos del autor de Rastros, Rubén Ruibal, afirma: "Es normal que censuren a Vidal Bolaño".
No porque As actas escuras sea un texto blasfemo en Año Santo -un sacerdote y su sobrino recopilan información sobre los restos del Apóstol-, "sino porque lo censuraron entonces". "As actas sólo es un síntoma", afirma Ruibal, Premio Nacional de Literatura Dramática en 2007. "En el aspecto cultural, no tienen ninguna idea". Con Delimvois en cartel del Salón Teatro hasta diciembre, Ruibal hila lo que sucedió tras el 1 de marzo, "cuando el teatro quedó parado por el retraso en las ayudas", con la "parálisis ahora" del CDG. "Esto huele a que lo van a parar todo, porque quien llegue todavía tendrá que tomar tierra y definir una política". Por Cristina Domínguez, que llegó al CDG desde A Factoría Teatro, dice alegrarse: "Así podrá trabajar por el teatro gallego".
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