"No resulta fácil dejarlo"
4.500 personas participan en el penúltimo encierro de San Sebastián de los Reyes
"¿Qué pasa, monstruo?". "¡Eh, campeón!". Todos quieren saludarlo por la calle Real. Camiseta y pañuelo de una peña, barba cana y peinada, pantalón cómodo. A Pedro María Rivera, de 61 años, lo conoce hasta el Tato en San Sebastián de los Reyes. El barcelonés, que enfila la calle agasajado como el Papa, lanza el chupinazo en los encierros desde hace 28 años. Es el "cohetero, chupinero, chupinacero...", enumera. Lleva dos cohetes envueltos en papel de plata. El que lanzará y el de reserva. "No puede fallar nada".
El resto del año, Pedro María se dedica a los recursos humanos. Durante las fiestas, su tarea principal tiene hora y lugar fijos. A las 8.00, se encarama al soporte de la esquina de la calle de la Estafeta y enciende la mecha que da la señal a 4.500 corredores (más que ningún otro día) y unos 12.500 asistentes. ¡Bum!
Un canal en árabe trata la polémica sobre la edad mínima para correr
La carrera dura algo más de dos minutos. Pedro María, concentrado, casi ni la ve. Pero no le importa el madrugón ni el esfuerzo. No gana un euro. "¿Cobrar? Qué dices, esto es un honor". Casi se ofende. Fue corredor ocasional, pastor (el que conduce a las reses) y compositor del pasodoble de las fiestas.
El domingo de fiesta, dedica el cohete a Víctor Alves, corredor profesional de 38 años. Le da un poema en el que le llama "volador de gran potencia". Alves, moreno y musculado, se le emociona. "No creas que voy a olvidar esto", promete con la mano en su hombro. Hace 15 años que corre. En 2002 sufrió en Pamplona una cornada con dos trayectorias en el muslo. Se curó. Volvió a ponerse delante de los toros. "No resulta fácil dejar esto", confiesa. Recomienda mantenerse "cuanto más en forma, mejor" para evitar percances.
La penúltima carrera de las fiestas, que acaban hoy, dejó siete contusionados leves. Uno resbaló en el tramo final. Cayó en mitad de la calle. Se quedó inmóvil, en posición fetal. Le pasaron por encima corredores y toros. Todo fue muy rápido. "Cuando caes", explica el director técnico de los encierros, Emilio Esteban, "lo mejor es quedarse quieto y cubrirse la cabeza". El joven fue trasladado al hospital Infanta Sofía.
En la camilla se quejaba de dolor en el tobillo. La cámara de una televisión (Alhurra TV) captó primeros planos de su rostro quejoso. A Lamin Khattary, el periodista mauritano que siguió ayer los encierros, le interesaba contar la polémica de establecer los 18 años como límite de edad para correr.
En Sanse, esa historia está aparcada. "Aumentaremos la edad cuando lo indique una normativa", zanjó en declaraciones a esa televisión el concejal de Festejos, Alberto Matiaces.
Alhurra TV emite en árabe desde Estados Unidos. "Es para contrarrestar el efecto de Al Jazira", aclara Khattary. Su cámara se acerca a la ambulancia. Una chica le grita al joven convaleciente: "¡Eso te pasa por correr!". Ella no hubiera podido hacerlo. Con tacones y un mini de cerveza está prohibido participar.
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