_
_
_
_

Viento en contra de los molinos del mar

Los promotores del parque eólico de Chipiona tienen el apoyo del Ayuntamiento y la Universidad de Cádiz, pero no consiguen convencer a todos los vecinos

Proyecto de parque eólico marino para la generación de energía renovable mediante el aprovechamiento de los recursos naturales de la comarca. Así presenta la empresa Magtel su ambicioso plan Las cruces del mar, un conjunto de 300 molinos que la compañía quiere ubicar frente a la costa de Chipiona (Cádiz). Son los primeros aerogeneradores en el agua que en España han recibido el apoyo explícito de una administración pública, en este caso, del Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, que participa también como promotor. Pero ni este respaldo oficial ha evitado un contundente rechazo ciudadano.

Ha ocurrido con todos los parques eólicos marinos que han querido instalarse en Andalucía. El ansiado consenso social de los molinos de la costa está lejos de conseguirse. La empresa Magtel, especializada en energías renovables, el Consistorio chipionero y la Universidad de Cádiz se han constituido como sociedad de capital mixto para desarrollar Las cruces del mar. En su web oficial (www.crucesdelmar.com) se venden las excelencias del parque: 2.500 millones de euros de inversión, 1.000 megawatios capaces de dar electricidad a 250.000 hogares, 800 puestos de trabajo en la construcción y 300 en el mantenimiento y la creación de arrecifes artificiales para regenerar las especies del caladero local.

Chaves prometió que no habría molinos sin consenso; Griñán no se ha pronunciado

El proyecto se encuentra en estado embrionario y todavía no se ha precisado qué lugar exacto es el escogido para ubicar los 300 molinos. Sólo se sabe que estarán a unos ocho kilómetros de la costa. La Universidad de Cádiz trabaja ya en un estudio sobre las repercusiones sociales, económicas y medioambientales del parque, aunque tendrá que ser el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino el que dé viabilidad o no al proyecto, antes de su aprobación por Industria.

La difusión de los detalles de Las cruces del mar es un intencionado intento de transparencia para convencer a los vecinos de que no hay que nada que temer. Pero el esfuerzo ha sido en vano. Más de 30 asociaciones, entre ecologistas, pescadores, comerciantes y particulares, han constituido la plataforma Por un horizonte sin molinos. De nada les valen las explicaciones oficiales. "Existirá un claro impacto visual. El ruido ahuyentará a los peces. Perjudicará al turismo", recalca el portavoz, Rafael Ruiz. También tienen su página: www.crucesdelmar.org.

Lo que ocurre en Chipiona es una historia repetida. Sucedió igual en Conil, Barbate y Vejer, donde todos los proyectos de parques eólicos marinos, hasta cinco con cierta solvencia, se han encontrado con un contundente rechazo social. Eso sí, en estos casos hay una diferencia pero muy importante. Los alcaldes de estos tres municipios, que llegaron a ser de tres partidos diferentes (PSOE, PP e IU) se colocaron a la cabeza de esa negativa. El de Chipiona, en cambio, lidera como presidente la sociedad mixta que auspicia Las cruces del mar. "Se han dicho muchas barbaridades sobre los efectos del parque", critica el regidor local, Manuel García.

Las pancartas en los pueblos de Trafalgar no se han tirado. "Nosotros conseguimos que todos los partidos y todos los sectores se unieran con una sola voz contra los molinos. Eso no ha ocurrido en Chipiona", señala Antonio Morillo, portavoz de la plataforma creada en esos tres municipios. Allí siguen aferrándose al compromiso del ex presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien dijo que sin consenso nunca se pondrían molinos. Su sucesor, José Antonio Griñán, todavía no se ha pronunciado sobre la energía eólica marina.

Imagen del pequeño aerogenerador del barco de la organización Oceana, fondeado el pasado miércoles a dos millas de Chipiona. Al fondo, el municipio gaditano.
Imagen del pequeño aerogenerador del barco de la organización Oceana, fondeado el pasado miércoles a dos millas de Chipiona. Al fondo, el municipio gaditano.GARCÍA CORDERO

Protesta a pie de playa

Fue una manifestación de camisetas blancas con mensaje y bañador. La plataforma Por un horizonte sin molinos consiguió congregar, ayer por la tarde, a más de 3.000 personas en la que fue la primera expresión pública de rechazo al parque eólico marino de Chipiona. La cita, junto a la playa, aprovechó el tirón de los veraneantes. "No a los molinos en el agua, hay mucho campo para ponerlos", decía una de las organizadoras.

Los lemas se llevaban encima, en decenas de camisetas: "No al parque eólico marino de Chipiona"; también en grandes pancartas: "Rota, Sanlúcar y Chipiona entorno turístico"; "Protegemos nuestro ecosistema"; "Queremos horizontes libres"; y "La playa no está en venta".

La protesta convivía con carteles colocados por el Ayuntamiento en los que se defienden los molinos como generadores de empleo, reclamos turísticos, auxiliadores de la pesca y protectores del medioambiente.

Los manifestantes descalificaron el trabajo de por la Fundación Oceana. Su primer estudio concluyó que la zona donde se supone que irán ubicados los aerogeneradores no sufrirá daños de relieve.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_