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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Kaká y dinamita

El Madrid exhibe su pegada ante el Borussia gracias a la conexión del brasileño con Robben

Diego Torres

Kaká vio por el rabillo del ojo a Granero tirando la diagonal. Tenía el balón bajo el pie y la frente alta. Hizo un gesto suelto y metió el taconazo. El pase fue preciso al espacio. Granero recibió solo ante Weidenfeller y definió al rincón, con sencillez. Este instante de inspiración adelantó al Madrid en el arranque del penúltimo amistoso de una pretemporada que ha servido de poco.

El gol de Granero confirmó que la abundancia de talento sacará al Madrid de más de una dificultad en los meses venideros. Los jugadores han ganado ritmo. Físicamente están bien. Pero el técnico, Manuel Pellegrini, no parece muy seguro ni del esquema ni de los ejecutantes. Lo raro sería que lo tuviese claro. Los muchachos son muy buenos, pero son muchos, están recién llegados, y siguen sin encontrarse. La prueba es que a la media hora de trámite, Pellegrini verificó tantos problemas de funcionamiento que mandó a calentar a Robben. El viejo Robben.

BORUSSIA 0 REAL MADRID 5

Borussia Dortmund: Weidenfeller (Ziegler, m.46); Kuba, Subotic, Koch, Dedé; Blaszczykowski, Sahins (Hajnal, m.46) , Tinga; Grosskreutz (Hummels, m.46), Ramellov (Owomoyela, m.46) y Barrios (Zidan, m.46).

Real Madrid: Casillas; Lass, Albiol, Metzelder (Garay, m.76), Marcelo (Drenthe, m.76); Pepe, Xabi Alonso; Granero (Robben, m.46), Kaká (Raúl m.77), Cristiano; Benzema (Higuaín, m.70).

Goles: 0-1. M.3 Granero. 0-2. M.47. Robben 0-3. M.73. Higuaín. 0-4. M.76. Kaká de penalti sobre Robben. 0-5. M.89. Raúl.

Árbitro: Thorsten Kinhofer.

Partido amistoso, conmemorativo de la fundación del Borussia Dortmund, que celebra los actos de su centenario.

Kaká ha formado una pareja más fructífera con el holandés que con Ronaldo
Pellegrini no parece muy seguro todavía ni del esquema ni de los ejecutantes

Entregado a la experimentación, tal vez pensando en la suspensión que impedirá a Pepe empezar la Liga, Pellegrini formó el eje de la defensa con Metzelder y Albiol. Alentado por este espíritu científico, el técnico chileno trasladó a Lass al lateral derecho y en su lugar puso a Pepe. No se sabe con qué fin. Lo cierto es que Pepe nunca se encontró cómodo. Hizo todas las coberturas, acudió a hacer todas las presiones, basculó a la derecha y a la izquierda. Y cuando tuvo la pelota, la trasladó hasta los tres cuartos en busca de los delanteros, o de la portería contraria. Al cabo de la velada, se puede decir que pisó cada metro cuadrado del campo. Quemó el cuentakilómetros.

El fútbol tiene especialistas. Para ocupar el medio centro, el Madrid fichó a Xabi Alonso, un jugador que respeta la ortodoxia del puesto. Ayer, Pepe -seguramente inspirado en las mejores intenciones- estorbó a Xabi Alonso. El volante vasco no mezcló bien con su colega. El resultado fue que el juego del Madrid perdió continuidad. La presión del Borussia siempre sembró el desconcierto. El Madrid perdió el balón y Ronaldo y Benzema no recibieron ni las sobras. A Xabi Alonso sólo le quedó el recurso del pase largo buscando la velocidad de Benzema. No hubo caso. Benzema se quedó solo frente a Weidenfeller pero el portero le achicó bien el ángulo de tiro.

El Borussia se estiró y Casillas empezó a sufrir. Cada córner, cada falta lateral, era un remate fijo. El Madrid se mostró inseguro en la defensa de las jugadas a balón parado. Arreciaron los cabezazos. Barrios y Rangelow pegaron un par de frentazos. Luego Kuba intentó el mano a mano con Casillas. El portero mantuvo su arco imbatido.

Pellegrini cambió a Robben por Granero en el descanso. La entrada del holandés no mejoró mucho la circulación pero aseguró una ocupación más eficiente de los espacios. Con Robben, el Madrid recuperó a su estilete más afilado. El hombre tiene una velocidad asombrosa y ha hecho buenas migas con Kaká. El brasileño le interpreta los desmarques y las querencias. Así fue a la salida de un córner. Kaká se lo botó y Robben lo empalmó en el balcón del área, con mucha clase. Fue una volea preciosa. Un golazo.

Robben celebró su gol corriendo hacia el banquillo para dedicárselo a Wesley Sneijder. Su compatriota pasó una mala jornada. Por la mañana, los dirigentes del Madrid le anunciaron que se tiene que buscar equipo porque ni el entrenador contará con él, ni el club desaprovechará la ocasión de venderle. El presidente, Florentino Pérez, quiere cash flow. Así que Sneijder no se puso las botas.

Higuaín y Raúl entraron en el último tramo del partido. El Westfalenstadion era una fiesta y el partido estaba desbocado. Robben volvió a conectar con Kaká y el argentino conectó con Robben. Fue el tercer gol. El cuarto lo metió a Kaká después de que Robben sufriera un penalti. Otra vez, la sociedad que mejor funcionó no la formaron Kaká y Ronaldo sino Kaká y Robben. Caprichos del fútbol.

Un balón llovido a la espalda de la defensa del Borussia fue hábilmente aprovechado por Raúl, que culminó la goleada.

Los jugadores del Madrid felicitan a Robben por su gol.
Los jugadores del Madrid felicitan a Robben por su gol.REUTERS

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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