La Marina rozará el lleno para ver la F-1 desde el mar
Más de 80 yates seguirán la carrera, mientras el año pasado hubo sólo 52
Unas 30 embarcaciones esperaban amarradas ya en el día de ayer en el puerto de Valencia la llegada del circo de la Fórmula 1. El martes los primeros yates apenas se contaban con los dedos de las manos, pero ayer hubo un goteo constante: "No paran de entrar barcos", explicaba el responsable de la Marina, José Luis Naturil. Este año se superará con creces el número de embarcaciones registrado el año pasado, en la primera edición del Gran Premio de Europa de Fórmula 1.
En 2008 sólo hubo 52 embarcaciones amarradas en el puerto de Valencia, con vistas al circuito urbano creado entorno al mismo. Este 2009 se espera superar los 80 barcos. Una cifra muy positiva, si se tiene en cuenta que la Marina dispone de 100 amarres, y si, además, se compara con el curso pasado y con el pobre ritmo de venta de entradas.
El puente giratorio se abrirá cada noche, entre las ocho y las once
El aumento quizá responda al cambio experimentado este año: se ofrecen más facilidades a las embarcaciones. Mientras en 2008 se cerró la Marina con el puente giratorio -que forma parte del trazado- el miércoles por la noche, tres días antes de la carrera, de modo que nadie podía entrar ni salir del puerto hasta el domingo por la tarde, esta vez se cerrará a las siete de la mañana de hoy jueves. Pero, además, el puente se abrirá desde las ocho de la tarde a las once de la noche todos los días. "Era complicado técnicamente, al tener que abrir y cerrar el puente. Además, era la primera vez y no nos la queríamos jugar", señala Naturil.
La Marina, en el corazón del circuito urbano, se convierte en la zona más exclusiva desde donde seguir este acontecimiento deportivo. Habrá desde barcos cercanos a los 100 metros de eslora, como el Indian Empress, que mide 95 metros, del magnate indio Vijay Mallya, propietario de Force India, o el Kogo, propiedad de Mansur Ojjeh, socio fundador de McLaren, y que mide unos 80 metros, hasta pequeñas embarcaciones, de un mínimo de 20 metros de eslora. "No admitimos lanchas pequeñas", apunta Naturil.
Además de los servicios propios de cada embarcación, la Marina de este Valencia Street Circuit, nombre oficial del circuito, ofrece la posibilidad de contratar todo tipo de servicios exclusivos: desde servicios de restauración, floristería o decoración hasta tratamientos de belleza.
Los precios oscilan entre los 2.700 euros que pagaría una pequeña embarcación en una zona sin visibilidad de la pista, hasta los 50.400 que pagarán los yates de más de 80 metros de eslora. Con ello, cada barco tendrá entre 6 y 40 acreditaciones, en función del volumen del mismo.
El lujo traerá a Valencia, lógicamente, muchas caras conocidas. La atracción de una cita deportiva de este tipo y el gancho del concierto del viernes de Julio Iglesias garantiza la llegada de "gente importante", pero la organización de la carrera no quiere dar nombres: "Los hay que no quieren salir en la prensa", se excusa Naturil.
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