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Reportaje:

Un banquillo muy barato

Guardiola, que gana cuatro millones, y Vilanova, que recibe 300.000 euros, aplazan renovar sus contratos porque "ahora no toca"

"Ahora no toca". Pep Guardiola declinó ayer comentar cualquier aspecto sobre la propuesta de renovación de su contrato que la directiva del Barcelona le lleva planteando desde hace ya un tiempo. "Tengo la seguridad de que el club y yo no nos vamos a traicionar", dijo el técnico azulgrana; "me queda un año y, en el fútbol, un año es mucho tiempo. Así que ahora no procede tratar sobre el asunto. Entiendo que, si estamos a gusto, seguiremos. En caso contrario, buscarán a otros. Lo que hay que hacer es configurar la plantilla".

El contrato de Guardiola expira en 2010, el mismo año en que acaba el mandato del actual presidente azulgrana, Joan Laporta, que no podrá presentarse a la reelección. La directiva aspiraba a que el entrenador renovara el acuerdo por una cuestión de confianza y como baza electoral para la candidatura continuista que se articulará alrededor de Xavier Sala i Martín, el preferido de Laporta, o Jaume Ferrer, que goza de mayor consenso en la junta. Guardiola ha aparcado, de momento, cualquier negociación mientras no se acabe de completar la plantilla.

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Hace un año, Guardiola firmó un contrato por dos temporadas a razón de un millón y medio de euros brutos por curso y una cláusula que incluía para el año siguiente diferentes variables en caso de la consecución de títulos. Resulta que ganó el triplete, por lo que podría percibir unos cuatro millones brutos, una cifra fuera de mercado si se compara, por ejemplo, con los diez millones fijos de José Mourinho en el Inter.

Más delicada es incluso la situación de su ayudante, Tito Vilanova, cuyos ingresos anuales son de 300.000 euros aproximadamente. A diferencia de los demás colaboradores, que han renovado hasta 2011, Vilanova, como el primer entrenador, sigue con el mismo acuerdo del año pasado.

Mientras tanto, Guardiola procura que sus jugadores estén a gusto en el equipo y ayer anunció que, si se lo pide, también dará permiso a Alves para jugar el Argentina-Brasil, el 5 de septiembre, como ha hecho con Messi, aun perdiéndolos para el estreno del campeonato de Liga.

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